CRISIS INDUSTRIAL

La fracasada Ciudad del Frío provoca fuga de empresas de Vigo y cierres

La conservera Alfageme cerró y su planta, también en Tomás Alonso, presenta un estado ruinoso.
photo_camera La conservera Alfageme cerró y su planta, también en Tomás Alonso, presenta un estado ruinoso.

La conservera Orbe trasladará el grueso de su actividad a Pontecaldelas ante la imposibilidad de crecer en la ciudad

nnn  El fracaso de la Ciudad del Frío -un polígono en Matamá para acoger a la industria pesquera- está obligando a las empresas a buscar terrenos fuera de Vigo para poder crecer. 
Es el caso de la conservera Orbe, que tras más de 75 años de actividad en la ciudad trasladará el grueso de su actividad a una nueva planta en Pontecaldelas. "Llevábamos años con necesidad de ampliar y nuestras instalaciones (en Tomás Alonso) son muy limitadas", indica Juan José Vicente, director general de la compañía. Recuerda el directivo que hace 15 años fimaron un protocolo con el Consorcio de la Zona Franca para trasladarse a Bueu y después con la, por entonces, alcaldesa Corina Porro para trasladarse a la Ciudad del Frío, pero "quedó en agua de borraja". "Los tiempos corren y estábamos cansados de esperar", explica Vicente, al tiempo que indica que las exigencias europeas en materia medioambiental "son cada vez mayores y de aplicación inmediata", de ahí que "no pudiéramos esperar más porque queremos crecer".
La conservera puso esta misma semana la primera piedra de su nuevo centro de producción en el polígono de A Reigosa y espera que esté en funcionamiento en el verano de 2015. El 90% de la actividad se trasladará allí y en Vigo se conservará la sede social, el almacén y, quizás, un mínimo de producción. 

instalaciones obsoletas
Otra de las empresas interesada por la Ciudad del Frío era Alfageme, pero su final fue bien distinto porque cesó su actividad tras un tortuoso concurso de acreedores que está en la recta final de la liquidación subastándose sus fábricas. Si bien en su cierre influyeron varios factores -una nefasta gestión y la crisis-, el trasfondo es el mismo ya que de seguir en activo no podría mantener la producción en Tomás Alonso por las pésimas condiciones en las que estaban sus instalaciones.
Frigoríficos del Berbés -otra referente del sector- tuvo idéntico final con el cierre de su negocio tras no superar un concurso. La fachada de sus instalaciones en el Berbés fueron derribadas después de sufrir varios incendios en el último año.
La empresa -con una filial en Salvaterra que también cesó- fue fundada en 1964 y es una de las últimas víctimas de la crisis del sector pesquero. 
Otra es Freiremar, cuyo centro de elaborados aún permanece en el Berbés pero sin apenas actividad ya que la compañía, con sede en Las Palmas, está en concurso y su idea es desmantelar el negocio y cerrar esta planta. No obstante, la Audiencia Nacional acaba de hacer pública una sentencia por la que insta a la sociedad a anular el ERE que aplicó (101 despidos sólo en Vigo) y recolocar a sus empleados e indemnizarlos.
La fuga de empresas de Vigo -como el caso de la conservera Orbe- también se constata en otro sector puntero en la ciudad como es el del metal. Esta semana la patronal Asime alertaba de la huida de compañías con sus planes de expansión y la pérdida de inversiones extranjeras por la falta de suelo industrial a precios competitivos. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia reclama una regulación de los precios del suelo industrial que considera "absolutamente desproporcionados" especialmente en las áreas de Vigo y Coruña.n

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