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Un fondo inversor apuesta por un proyecto residencial en Alfageme

La fábrica Alfageme, del 1929, es uno de los grandes símbolos del despegue industrial de Vigo.
photo_camera La finca y el edificio de la conservera Bernardo Alfageme acusa el paso del tiempo.

El Concello daría vía libre a través de una modificación puntual del Plan de 1993, como en el Barrio do Cura

El proyecto residencial para la nave de Alfageme en Tomás Alonso cobra fuerza. Fuentes del sector informan de que la propietaria de los terrenos, la inmobiliaria Aliseda, estaría interesada en relanzar el plan de viviendas que estaba previsto respetando los elementos arquitectónicos protegidos por la ley.
El terreno y la nave es propiedad de Abanca y Aliseda Inmobiliaria, controlada en un 51% por el fondo inversor norteamericano Blackstone y en un 49% por el Banco Santander tras la disolución del Banco Popular. Dicho fondo apuesta por recuperar la propuesta residencial existente hasta la caída del Plan General de 2008, según señalaron fuentes próximas a la operación. 
Fuentes del Concello aseguran que si los propietarios presentan un proyecto firme, estarían dispuestos a tramitar una modificación parcial del Plan General del 93. Ese documento señala que los usos para el terreno donde está Alfageme deben ser industriales, frente al anulado de 2008 en el que se permite la edificación residencial, con cesiones al municipio. La concejal de Urbanismo, María José Caride, señaló que se trata de la misma fórmula que en Barrio do Cura: si la propuesta es firme y viable se tramitaría una modificación puntual del Plan de 1993. Por su parte, Juan Vieites, de Anfaco, reconocía que le gustaría recuperar la fábrica para usos  deportivos y para convenciones y otras actividades, aunque reconocía que no sería fácil ante el interés de la propiedad por la vía residencial. Anfaco acaba de hacerse con el contenido de la factoría para su museo de la conserva, en la sede de la asociación empresarial en el Campus vigués.
En el año 2016 Abanca, Banco Gallego y Popular se hicieron en subasta con el terreno y las instalaciones por 11 millones de euros después de que la sociedad entrara en concurso de acreedores en el año 2010. Desde Abanca informan que se hacen cargo del mantenimiento de las instalaciones que están protegidas y que no mantienen una política comercial proactiva con el inmueble.
Desde el sector conservero afirman que su interés es que se respete la arquitectura, obra de  Manuel Gómez Román, que rememora la que fue una de las empresas conserveras más icónicas de Galicia. Antes que residencial, optarían por usos comercales o incluso deportivos toda vez que queda descartado resucitar la actividad conservera.
La parcela  tiene algo más de 14.000 metros cuadrados e incluye la fábrica (unos 4.000 metros) con planta baja y algunas dependencias en lo alto y oficinas; tres almacenes que ocupan unos 3.400 metros cuadrados; casa-chalet de 140 metros que consta de planta baja, piso y buhardilla; un garaje y otra casa de planta baja de 120 metros.
Su producto más famoso fue la marca Miau, aunque también se vendieron otras como Eureka, Alfa, La Barrentina y Basa. El empresario Bernardo Alfageme fundó esta conservera en Vigo en 1928 y a lo largo del siglo XX este negocio familiar llegó a generar 400 puestos de trabajo y sedes en Vigo y en tres puntos del Salnés: Ribadumia, O Grove y Vilagarcía. En 2006 fue adquirida por la inmobiliaria Promalar y en 2011 quebró. 
Los administradores de Promalar fueron inhabilitados 5 años y condenados a devolver los 11,8 millones a los acreedores de la conservera.

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