verano

La flor de loto, una rareza botánica, abre en unos viveros vigueses

Oliver Weiss muestra la flor de Loto que abrió hace unas noches en los viveros Adoa.
photo_camera Oliver Weiss muestra la flor de Loto que abrió hace unas noches en los viveros Adoa.

Es la segunda vez que se consigue en jardines de la ciudad, en las instalaciones de Adoa, en la carretera de Mos hacia el campus, un espacio abierto para pasear entre árboles centenarios

 Un nuevo fenómeno botánico se ha producido en jardines vigueses. Una flor de Loto acaba de abrir en los viveros Adoa, situados un poco antes del campus universitario, la primera en esta instalaciones. 
“Se cumplió nuestro sueño en una noche de verano, es un espectáculo poco frecuente en Galicia y por eso queremos compartirlo”, apunta el ingeniero agrónomo Oliver Weiss. Alemán, residente en Vigo desde hace más de 20 años, fue el director botánico de la Fundación Sales y allí, uno de los causantes de otra floración destacada: la del primer nenúfar gigante en la ciudad. Ahora es responsable de la sección de plantas de interior y acuáticas. Después de años intentándolo, en Adoa consiguieron que  abriese el capullo: “El loto es la pasión pura; para cultivarlo hay que proporcionarle una maceta grande porque sus rizomas son gorditos y ocupan bastante espacio; el sustrato podría ser tierra limosa del jardín, de la zona más húmeda, al que se le añade abono de liberación lenta”. Así, Oliver Weiss explica el proceso para sacar adelante una especie rara en estas latitudes.
Originaria de Oriente, sus semillas son muy longevas, pudiendo durar 300 años, con leyendas que llegan a atribuirle el carácter milenario. Sin embargo, el atractivo de la flor de loto, además de su singularidad estética, es el poder simbólico que la acompaña: En Egipto representaba la resurrección y su principal peculiaridad es que sus hojas repelen el agua, algo que estudia la NASA.

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