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La Fiscalía considera probado que los ‘miguelianos’ eran una secta

El juicio que comenzó en septiembre en la Audiencia generó una gran expectación mediática. En primer plano, Miguel Rosendo, el líder.
photo_camera El juicio que comenzó en septiembre en la Audiencia generó una gran expectación mediática. En primer plano, Miguel Rosendo, el líder.

Termina el primer macrojuicio en España contra una presunta secta. El fiscal mantiene la petición de 66 años de cárcel a Miguel Rosendo, el líder de Oia, que saldría si no hay sentencia antes del día 11. El fiscal ve probada la estructura sectaria, la despersonalización de sus miembros, las humillaciones y los abusos sexuales.

  Treinta jornadas de juicio y la declaración de más de un centenar de testigos han puesto punto final a la primera macrovista en España contra una presunta secta, la de los “miguelianos”. La Fiscalía ha mantenido firme su acusación  porque considera que ha quedado demostrado la “estructura sectaria” de la Orden y Mandato de San Miguel  y los abusos que su líder, Miguel Rosendo cometió en el seno de la organización. Por ello solicita su condena y la del resto de acusados y pide un total de 66 años de cárcel para el fundador del colectivo religioso.

El fiscal Juan Pablo Martínez sostuvo  que tras la prueba practicada considera probada  dicha estructura con Miguel Rosendo “en la cúspide” y que de las diferentes testificales se desprende que “no se hacía nada sin el consentimiento” del líder. Durante sus conclusiones, afirmó  que en los “miguelianos” se produjo una “despersonalización” de los miembros propia de una estructura de asociación ilícita y describió cómo el líder fue “fraguando la docilidad de las víctimas” en base a una técnica de premios y castigos, así como que varios testimonios reconocieron que Rosendo se convirtió en alguien “imprescindible” para ellos.
El Ministerio Público también se refirió a la limitación de la capacidad intelectiva de los miembros de la Orden y lo  ejemplificó con el testimonio de la hermana de la número dos de Rosendo, quien explicó que “tienes la sensación de que las decisiones las tomas tú”, un extremo que, dijo, quedó refrendado por los peritos que realizaron la evaluación psicológica de algunos  miembros.
Afirmó como fiscal  “debe defender la dignidad humana aunque la víctima no lo reconozca” respecto a los delitos de abuso y de agresión sexual. “No podemos mirar para otro lado”,  aseveró antes de relatar episodios que prueban la “falta de capacidad crítica” de los miembros de la Orden debido a su “nivel de sugestión”. Así, relató ejemplos de las técnicas de persuasión coercitiva como broncas y batallas por parte de Miguel Rosendo, así como “humillaciones, insultos y agresiones” físicas.  El fiscal llegó a a afirmar que las dos chicas que eran bastones del líder estaban en una situación “flagrante” que llega a rozar la “esclavitud”.
Por todo esto, el Ministerio Fiscal pide de 66 años de prisión para Miguel Rosendo por un delito de asociación ilícita, 12 contra la integridad moral, cinco de coacciones y tres contra la libertad sexual -uno de agresión sexual continuado y dos de abuso sexual continuado-.
Mantiene dos años de prisión para las dos “consagradas” y otros dos miembros mientras  que a los dos últimos, que también eran víctimas,  les rebaja la petición de pena a 11 meses de prisión y  multa de 2.160 euros. Pide asimismo que se aplique la “libertad vigilada” como medida de seguridad y tratamientos externos para que sean atendidos psicológicamente por la situación en la que se encuentran.n

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