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"Por fin puedo ir donde quiera sin depender de nadie"

Elena Sánchez  ya tiene carné.
photo_camera Elena Sánchez ya tiene carné.

Los usuarios de sillas de ruedas motorizadas ya pueden subir a los autobuses tras 4 años reclamando este derecho

A Elena Sánchez se le iluminan los ojos cuando habla de su primer viaje en autobús después de cuatro años reivindicando que los utilizadores de sillas de ruedas motorizadas “también pudieran subir al transporte público. “Me recorrí todo Vigo. Fui de un lado a otro disfrutando la posibilidad de tener autonomía como cualquier persona”, explica esta viguesa que desde hace tiempo necesita de una silla de ruedas con motor para desplazarse. Ella y otras tres personas han sido las primeras en obtener el carnet que las habilita para poder subir al autobús, un sueño que se hizo realidad esta semana tras se entregados los permisos a aquellos que superaron el examen. Un primer paso que aún deberán aprobar otros siete usuarios de scooter que no pudieron hacer todavía los cursos por encontrase enfermos o no disponer de su silla en buen estado en aquel momento.

Una larga lucha
La lucha por conseguir viajar en autobús comenzó “hace más de cuatro años cuando comenzaron a ponernos trabas para subir”, recuerda Elena. Algo que según dice “no tenía sentido cuando hasta entonces nos lo habían permitido, pero aducían medidas de seguridad y parecía que estábamos en un callejón sin salida”. Tras varias protestas, escritos y concentraciones, este colectivo logró ser recibido por el alcalde y desbloquear la situación. 
El único requisito para poder utilizar el transporte público era que el "scooter" no exceda de 120 centímetros, ya que los de mayor tamaño tendrían problemas para acceder, una situación en la que estaban 17 personas en Vigo. Aquella reunión en la que “se nos informó de cómo iba a ser el procedimiento fue en junio del año pasado y hay que decir que han sido un poco lentos, ya que sólo ahora tenemos los permisos”, comenta Elena  que quiere recordar que “todavía hay personas que no lo tienen y que espero que lo consigan lo más rápido posible porque el tiempo corre en nuestra contra”.
Una de las personas que aún no ha conseguido su pase es Francisca Gestoso, vecina de Candeán, que sueña con poder subir al autobús “porque me permitirá recuperar mi independencia”. Paqui, como la llaman todos, perdió una pierna tras una penosa enfermedad y ahora “dependo para todo de que alguien me lleve. Si puedo coger el autobús sería una maravilla porque me podría ir y o sola al Calvario o al centro a dar un paseo, cosas que todo el mundo puede hacer y que para mis son solo sueños por el momento”.  

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