SEMANA SANTA

El fervor de la Pasión en el centro

La procesión del Jueves Santo sacó a la calle diez pasos que ilustran desde la última cena hasta la muerte de Jesús en la cruz. Arriba, su salida de Rosalía de Castro.
photo_camera La procesión del Jueves Santo sacó a la calle diez pasos que ilustran desde la última cena hasta la muerte de Jesús en la cruz. Arriba, su salida de Rosalía de Castro.

Cuatro cofradías llevaron los diez pasos en procesión con la asistencia de más de 200 costaleros, entre los que se encontraban por primera vez las mujeres de la Hermandad del Señor de los Milagros de Perú

El sol brilló este año y la lluvia no echó a perder la procesión del Jueves Santo. Desde las 20 horas, los fieles fueron tomando posiciones todo a lo largo de Rosalía de Castro y García Barbón para ver pasar las imágenes llevadas con más de 200 costaleros de las cofradías del Señor del Silencio y la Pasión, y de las hermandades de la Piedad y del Señor de los Milagros del Perú, siendo ésta la última incorporación de la celebración. Una vez finalizados los oficios religiosos en el Sagrado Corazón, la comitiva comenzó a formar. Los diez pasos, resguardados en el colegio Divino Salvador, tomaron posición en Rosalía de Castro. Los seis primeras: “La última cena”, “Jesús de Silencio”, “La oración del huerto”, “La Flagelación”, “Ecce Homo” y “El Nazareno”, representado por el Cristo utilizado en la procesión del Encuentro, que este año sustituyó al habitual del Jueves Santo, el de las Tres Gracias, reservado ante el temor de que sufriera desperfectos. A continuación, sin pausa, las otras cinco imágenes: “La primera caída”, “El Calvario”, “La Piedad” y “La Dolorosa”. El párroco de Santiago de Vigo, José Antonio Marzoa dio la bendición, la procesión inició su recorrido. La espiritualidad se respiraba en un atmósfera de fervor y recogimiento, solo rota por el ritmo monótono de los tambores de los cofrades , la banda de cornetas, gaitas y tambores Ría de Vigo de Beade y la banda de música Delicias de Caeiro que cerró la procesión. 
A su llegada al templo,  el obispo cerró el acto, deseando una buena Semana Santa y  despidió a los pasos con una canción popular.n 

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