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Dos familias más acogerán en Vigo niños de Chernobyl

Cristian Romero y Joana Da Silva acogerá este verano un niño de Ucrania.
photo_camera Cristian Romero y Joana Da Silva acogerá este verano un niño de Ucrania.

Joana Da Silva y Cristian Romero esperan a una niña ucraniana que pasará este verano en su casa a través de Ledicia Cativa

Poco a poco Ledicia Cativa va aumentando el número de colaboradores en Galicia y ya cuenta con 67 hogares donde dar cobijo a 67 niños de Chernobyl, que aún sufren las consecuencias del accidente nuclear. Este año se suman tres  familias más en la comarca de Vigo, dos en la ciudad y una en Nigrán. Joana Da Silva y Cristian Romero ceden su casa este verano como lugar de acogida. “Nos hace mucha ilusión, aunque le tenemos un poquito de respeto, sobre todo por el tema del idioma, ya que el niño no habla castellano, ni nosotros ruso; parece un poco complicado, pero no tenemos miedo”, asegura Joana, que junto a su marido, cuenta con el apoyo de toda la familia. “Mis padres y mis suegros se sorprendieron al principio, pero ahora están encantados”. Conocieron el programa, que lleva funcionando en Galicia más de 20 años, a través de una familia acogedora. Hicieron la solicitud y pasaron varias entrevistas. “Vinieron a visitar nuestra casa, las mascotas les chocaron un poco (una iguana y dos gatos), pero creo que al niño le pueden gustar, son muy cariñosos”, afirma Joana, que reconoce que sería un poco problemático si tiene alguna alergia a los animales: “No tenemos ninguna preferencia, aunque nos gustaría que fuese de los pequeños (entre 6 y 8 años), pero al no tener hijos, nos da igual si es niño o niña”.
Esta será la primera experiencia de Joana y Cristian como familia de acogida. Esperan la llegada del pequeño a mediados de julio, un periodo muy bueno, ya que coincide con el relajo en sus responsabilidades laborales, pues Joana trabaja en una cafetería en el campus universitario y Cristian es electricista. “Así tendremos tiempo libre para poder dedicarle y llevarlo a la playa”.
En principio, no han hecho ningún preparativo especial en su casa, donde ya disponen de una habitación para el huésped. “En la asociación nos dicen que es probable que necesitan ropa, en el momento que vengan, iremos de compras y que elija lo que necesite”, afirma Joana.
La estancia de los niños durante el verano en un ambiente no contaminado supone una mejora fundamental en su salud. Los médicos consideran que estos dos meses en Vigo incrementan dos años su esperanza de vida.

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