El exboxeador vigués Roberto Domínguez negó ayer haber agredido a la delegada de la Federación Gallega de Boxeo durante una velada que tuvo lugar en Bouzas en 2017.
Durante la vista, celebrada ayer en el juzgado de lo Penal 1 de Vigo, Domínguez, que compartió banquillo con la delegada, Gemma A. (también denunciante-denunciada) se enfrenta a una petición de pena de 21 meses de prisión por un delito de lesiones.
El fiscal le atribuye el haber propinado a la mujer un puñetazo en el mentón que le alcanzó en la mandíbula mientras que a ella le acusa de haber respondido con una bofetada, un delito leve por el que pide una multa de 480 euros.
En el juicio, el expúgil relató que aquella noche estaba peleando su hijo y que cuando éste se cae, “me acerqué a auxiliarle, entonces escuché gritos detrás y estaba ella increpándome porque no podía estar allí, me insultó y me dio una bofetada que me partió el labio, yo me aparté y me fui”. Afirmó que “era mi hijo y estaba cualificado para atenderlo. Estaba muy nervioso al verle así”.
Por su parte, la delegada de la Federación ofreció una versión opuesta y relató que “no era la primera vez que se comporta así”.
