En total se trata de una actuación en dos terrenos, uno Cordelerías, nave que sería derribará en su totalidad y al lado otra zona para un parque.
Patrimonio de Galicia señaló que no era necesario hacer excavaciones arqueológicas en la nave, al ser una zona de relleno, pero sí en la parcela anexa. Ahí nació el conflicto con el departamento de Urbanismo del Concello, que exigía hacer dicha actuación antes de conceder la licencia, mientras que Bouza Alta quería justo lo contrario: tener la licencia de obras antes del derribo para evitar gastar miles de euros y luego esperar años. Ante la negativa municipal y hubo un recurso de la promotora y una sentencia del juez de los Contencioso que declarada ajustada al ordenamiento jurídico la decisión municipal de que "con carácter previo a la concesión de licencia de obras, resulta preciso ejecutar el proyecto arqueológico y conseguir el levantamiento de la cautela arqueológica". La superficie del ámbito es de 7.227 metros y se encuentra sobre la zona de protección arqueológica "Marqués de Valterra-Juan Ramón Jiménez", donde ahora se realizan catas para cambiar el saneamiento. La nave de Cordelerías es una de las 5 en ruina.
