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El estado del cura de Santa Rita dificulta su presencia en el juicio

Momento de la detención de uno de los dos presuntos agresores del párroco.
photo_camera Momento de la detención de uno de los dos presuntos agresores del párroco.

Un  examen forense determinará si declara o no en la vista contra sus dos presuntos agresores

n n n La declaración del cura de Santa Rita, don Antonio Rodríguez, en el juicio que el próximo día 18 se celebra en la Audiencia en Vigo contra sus dos presuntos agresores, está en manos de los forenses. Fuentes judiciales confirmaron que el párroco, de 82 años, fue sometido a una evaluación para determinar si está capacitado para acudir a la vista debido a su delicado estado de salud a raíz de la brutal paliza sufrida hace casi un año.
Los dos acusados, Pedro Y.S.P., de 21 años y Alison Lucas B.R., de 19 se enfrentan a una petición de condena de 15 años de prisión por  los presuntos delitos de robo con violencia e intimidación y lesiones agravadas por abuso de superioridad.
El fiscal solicitó inicialmente la declaración del párroco en la vista oral. La sección quinta de la Audiencia, no obstante, preguntó a las partes sobre la necesidad de citar a la víctima, teniendo en cuenta  la situación en la que se encuentra.  Aunque por parte de las defensas se renuncia, se decidió someter a examen forense don Antonio para saber si sería factible su presencia en el juicio. De dicho dictamen dependerá la última decisión al respecto.
Desde que sufrió la agresión por dos individuos que entraron a robar en la iglesia, la salud del párroco se ha visto comprometida en varias ocasiones, llegando a estar en coma y un largo periodo en el hospital. Pese a su recuperación, tuvo que ser trasladado a una residencia por las severas secuelas que le impiden por completo regresar a las anteriores tareas eclesiásticas, con importantes problemas de movilidad.
No obstante, la víctima pudo declarar ante la Policía y ante el juzgado de Instrucción que llevó la causa desde el hospital, donde logró identificar a los dos supuestos autores de la paliza.
En octubre del año pasado, los acusados entraron a la iglesia. Según la acusación pública, con la excusa de pedir confesión lograron  entrar en el despacho parroquial donde se produjo la agresión al cura, al que habrían propinado varios golpes en el cuerpo y la cabeza.
El fiscal pide además una indemnización de más de 400.000 euros al párroco, por las gravísimas lesiones sufridas.n

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