Uno de los laterales del césped del estadio de Balaídos se llenó ayer de sillas, estanterías, cartelería, archivadores y otros elementos del mobiliario de las oficinas que el pasado jueves se inundaron como consecuencia del desbordamiento del Lagares tras la tromba que dejó sobre la ciudad el temporal “Margit”
. Aunque en un principio se comunicó que os desperfectos se limitaban a la oficina de abonados y la tienda oficial, en realidad los daños fueron más importantes al inundarse de agua los vestuarios, el túnel de acceso al campo, la sala de prensa y, en resumen, toda la parte baja del campo de fútbol.
El buen tiempo permitió que los operarios pudiesen utilizar la explanada más próxima a la grada de Preferencia para poner al sol los elementos del mobiliario pero también sirvió para ubicar un enorme contenedor que se fue llenando con papeles, carteles e incluso muebles irrecuperables.
Preguntado al respecto de los problemas causados el pasado jueves en la ciudad por la tromba de agua, el concejal de Fomento, David Regades, repitió lo dicho el viernes por Abel Caballero de que la magnitud del temporal imposibilitaría una mejor respuesta de la ciudad. “Sería imposible ser capaz de solucionar ese problema porque como dijo el alcalde necesitaríamos una red de pluviales con un diámetro de una boca de metro y el Lagares desbordó. Son cuestiones muy difíciles de atajar pero con las inversiones que estamos realizando la respuesta es mejor”.n
