Miles de personas vibraron ayer con el Festival Poético Piromusical y los versos de Manuel Forcadela
Horas antes de que la primera ráfaga iluminara el cielo de Bouzas, cientos de personas se acercaban hasta los alrededores del arenal de la villa para poder observar en primera fila los fuegos artificiales, catalogados de interés turístico. Aún así hubo que esperar unos diez minutos sobre la hora prevista, una espera que fue la anécdota de la noche y que fue generada por el avión que tenía que aterrizar a la misma hora, a las 23,00 horas. La petición fue hecha por Aena para evitar cualquier riesgo.
Una vez dio comienzo el espectáculo Maximino Queizán daba forma a los versos de Manuel Forcadela, que con la música completaron el Festival Poético Piro-Musical Cidade de Vigo. “Andar polos camiños do Mundo” fue la pastoral con la que se inició todo un espectáculo de luz y color que encendió el cielo vigués. Tras dos jornadas de intenso calor, la niebla hizo su aparición en la Ría a media tarde, lo que no restó majestuosidad al evento.
La multipremiada pirotecnia Xaraiva, una de las más prestigiosas de España y encargada de estos fuegos desde que se inició el nuevo formato de voz y música en 2005, sorprendió un año más con las figuras espectaculares elegidas para las fiestas de este año.
El espectáculo fue seguido desde muy diversos puntos de la ciudad, lugares estratégicos donde los vigueses contemplaron el cielo iluminado alejados de la muchedumbre que rodeaba las cercanías de la playa de Bouzas.
Así, el monte del Castro, fue uno de los lugares que congregó a un buen número de espectadores en la noche más mágica de julio.
