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Los enfermeros llegan divididos a la campaña contra la gripe

Una imagen del inicio de la campaña el año pasado en el centro de salud de Rosalía Castro.
photo_camera Una imagen del inicio de la campaña el año pasado en el centro de salud de Rosalía Castro.

El año pasado ingresaron por esta enfermedad 1.700 personas en los hospitales gallegos

 Cuando solo falta una semana para el inicio de la campaña de vacunación antigripal en Galicia, la Asociación Galega de Enfermaría Familiar e Comunitaria (Agefec) considera que los profesionales de enfermería deben asumir esta campaña y transmitir seguridad a la población para alcanzar los porcentajes de cobertura mínimos que marca la Consellería de Sanidad. El año pasado ingresaron por gripe un total de 1.700 personas en los hospitales gallegos,el 14% en la UCI y la mayoría no vacunados.
La campaña de este año viene precedida de polémica, porque un Real Decreto publicado en diciembre del año pasado por el Ministerio de Sanidad estableció que los enfermeros no podrían poner vacunas sin una prescripción previa por parte del médico (una receta), un requisito que no figuraba en los protocolos que se seguían hasta la fecha. La medida desencadenó fuertes protestas del sindicato Satse y de algunos colegios oficiales de Enfermería de España, que mantienen una postura beligerante. También lo criticó inicialmente la Asociación Galega de Enfermaría Familiar e Comunitaria. Sin embargo, este colectivo considera que una instrucción elaborada por la Consellería de Sanidad en marzo de este año aclara las dudas legales y concluye que los enfermeros pueden vacunar a la población con completa autonomía sin incurrir en responsabilidades jurídicas, según explican. En esta situación también influyó el hecho de que el Gobierno de España lleve meses en funciones, porque el Real Decreto tenía que  venir acompañado después por unas órdenes para explicar cómo se debía aplicar en la práctica. El Ministerio no hizo ese desarrollo posterior y fue entonces cuando la Consellería de Sanidad intervino para dar instrucciones en una “nota informativa”. Uno de  los argumentos de Sanidade  es que las campañas de vacunación responden a una decisión de la autoridad sanitaria para, ante un riesgo epidemiológico, preservar la salud pública y de los individuos más expuestos: “ello no requiere un diagnóstico previo, porque aún no hay enfermos ni enfermedad que diagnosticar ya que lo que se identifican son cohortes poblacionales más expuestas a ese riesgo para prevenir que enfermen”.

Más de la mitad de los fallecidos no se habían puesto la vacuna

La campaña de vacunación antigripal comenzará el próximo lunes 24 de octubre en Galicia y se prolongará  hasta el día 23 de diciembre.  La gripe es una enfermedad grave, evitable y muy transmisible, que el año pasado llevó a 1.700 personas al hospital, 238 de ellas en la UCI. 
El 81% de estos pacientes que ingresaron en los hospitales por  causa de la gripe tenían indicada la vacuna por su edad o por tener factores de riesgo. Sin embargo, solo el 36% de esas personas se había puesto la vacuna en su día. 
Además, entre los fallecidos por causa de la gripe  tenían recomendada la vacuna el 98%, pero el 63% no se la había puesto durante la campaña. En la temporada del año pasado fallecieron 104 personas, con una edad media de 68 años, por lo que la letalidad de la gripe se situó el año anterior  en el 6,1%.
 La vacuna permite disminuir el número de casos de gripe y la gravedad de las complicaciones secundarias de esta dolencia, con lo que también se reduce el riesgo de hospitalización y muerte en mayores o en personas con patologías previas.
La Consellería de Sanidad gastó este año cerca de 2 millones de euros en la adquisición de 530.000 dosis de vacunas. 
El objetivo es conseguir una cobertura superior al 65% entre las personas mayores de 65 años y de al menos el 35% entre los que tienen  entre 60 y 64 años. Los propios profesionales sanitarios también forman parte de la población diana (por el riesgo de transmitir la gripe a grupos de riesgo) y en este caso se espera llegar como mínimo al 35% de cobertura.
El año pasado se habían mejorado las cifras de cobertura de la vacuna, sobre todo entre los mayores de 65 años. El 54,06% de los que estaban llamados a vacunarse acudieron finalmente a la cita. También se vacunaron más personas de entre 60 y 64 años, aunque en esta franja de edad apenas una de cada cinco persona valora la necesidad de protegerse frente a esta enfermedad. Un 21,37% de las personas de esta edad se habían puesto la vacuna durante la campaña del año pasado.
En cuanto a los profesionales sanitarios también se incrementó la participación: fue de un 33,87% en Primaria, ocho puntos más que el año anterior, y de 19,34% en atención hospitalaria, con un incremento de cuatro puntos.
Para esta temporada cambiaron dos de las tres cepas contenidas en la vacuna con respecto al año pasado (los virus varían cada año) y son dos de tipo A y una B.
El año pasado la actividad gripal  comenzó entre mediados y finales de enero, confirmando la tendencia de los últimos años a que aparezca cada vez más tarde, alcanzó su punto álgido en febrero y fue más prolongada que en años anteriores, pero también de menor intensidad. El virus predominante había sido el aH1N1 seguido de un discreto repunte de gripe B, según los datos elaborados por el Sergas.
 

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