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La encuadernación busca su sitio

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, visitó el taller Pino Encuadernaciones, donde Pablo Otero le mostró el trabajo que realizan.
photo_camera El conselleiro de Economía, Francisco Conde, visitó el taller Pino Encuadernaciones, donde Pablo Otero le mostró el trabajo que realizan.

Pablo Otero PIno abrió en Vigo un taller en 1998 y obtuvo tercero Premio Nacional en 2011 con la edición de “Paraíso inhabilitado”. Ahora participa en el programa de Artesanía de Galicia

nnn La encuadernación puede sonar artesanía de otros tiempos en plena época digital, pero Pablo Otero, desde su taller Pino Encuadernaciones demuestra cada día que no es así. “Ya estamos en el futuro, hubo una revolución digital en que el público comenzó a leer a través de pantallas y ordenadores, pero ahora vuelve al papel, porque es más versátil, supongo que es cuestión de modas”. 
Otero participa en el programa puesto en marcha desde la Xunta para proveer de relevo generacional los oficios artesanales, costeando la formación de un aprendiz. “Con nosotros está un profesional que quiere reciclarse, trabajó durante años como delineante con un arquitecto, quedó en paro y busca otra salida”. Es uno de los 48 aprendices de distintas disciplinas profesionales que se benefician de esta iniciativa formativa.
Pablo Otero, profesor de Encuadernación en Artes e Oficios, instruye desde hace quince años a una media de 30 alumnos por curso. Él llegó al sector casi de casualidad, cuando estudiaba Telecomunicaciones en el campus vigués: “Encontré en la biblioteca un libro de un autor que me interesaba, lo fotocopié y la prensé; a la bibliotecaria le llamó la atención y pensó que era una edición especial; le gustó mi trabajo y me ofreció encuadernar para ellos; al poco tiempo ya tenía el taller”.
En este tiempo que ha ejercido la profesión, Otero ha visto como el sector de la encuadernación ha cambiado: “Antes teníamos dos meses garantizados con las contabilidades, ahora ya no, también desaparecieron los coleccionables de prensa; ya no se hace en cantidad, se prefieren productos más personalizados con una tirada más reducida”. Así, Otero explica que los clientes piden un plus de calidad en cada encargo.
Con trabajos realizados en su taller en Vigo quedó finalista en varias ediciones del Premio Nacional de Encuadernación Artística y en 2011 consiguió el tercer puesto del galardón otorgado por el Ministerio de Cultura por la edición de “Paraíso inhabitado” (2008). “Es un artículo de lujo, algo que no se permite el cliente, pero es una forma de demostrar que sigo siendo capaz de hacer cosas especiales, por eso me presento a este tipo de premios”, apunta.n
 

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