Los transportistas creen que sería un golpe al sector. Gonzalo Caballero afirma que no se hará en esta legislatura. Mientras, en Portugal llevan ya ocho años con autovías de pago obligatorio. Decepción en Redondela por quedar sin fecha el fin del peaje
"Esto no es más que un nuevo ataque al sector", afirma Ramón Alonso, presidente de Asetranspo, la asociación de transportistas de la provincia de Pontevedra, una opinión muy similar a la que mantiene la Confederación de Empresarios de Pontevedra y la propia Xunta de Galicia ante el plan de implantar peajes en las autovías. De esta manera, España adoptaría el modelo de Portugal, que desde 2010 obliga al pago por el uso de las autovías que recorren todo el país mediante la utilización de distintos sistemas de cobro e identificación.
Con estas aspiraciones del actual Gobierno, el secretario de Estado de Fomento, Pedro Saura, comunicabael plan del ejecutivo, que pretende llevar la cuestión a debate en el Congreso para sacarla adelante antes de finalizar la legislatura, en el año 2020. Saura señaló su convencimiento de que "una amplia mayoría" de diputados estarían a favor de adoptar esta medida.
Quienes no se muestran igual de dispuestos son los profesionales del transporte, como asegura Pedro Alonso. "Este tipo de decisiones solamente nos cabrean y producen una gran desolación. No es simplemente un ataque a los trabajadores del sector, es un golpe directo a todo lo que se produce en Galicia", reconoce el presidente de Asetranspo.
Si el proyecto sale adelante, carreteras como la A-55, que enlaza Vigo con Tui; o la A-52, que discurre entre Porriño y la localidad zamorana de Benavente se verían afectadas con la colocación de peajes en unas vías que hasta el momento son de uso completamente gratuito. Esta nueva situación tendría efectos directos en cerca de 30.000 vehículos diarios en la A-52, cifra que asciende a más de 60.000 en el caso de la A-55.
"El transporte debería ser lo más barato posible para tener una industria productiva", comenta Alonso. "No es normal que tengamos las autopistas más caras de España, hagamos frente al 100% de gasto en combustible y la mitad sean impuestos. Quieren peajes en las autovías por una razón que no se sostiene", añadía. El Ministerio de Fomento estudia el cobro en autovías como una medida para hacer frente a los gastos de mantenimiento, una cuestión que para el presidente de Asetranspo está más relacionada "con la presión de lobbies y empresas de construcción de carreteras que quieren tener un colchón para cobrar lo que quieran", apuntando a las empresas de construcción de carreteras. "Ellos parece que tienen el poder suficiente para que los políticos hagan lo que ellos quieren".
Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresario de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros se suma a las críticas. "Esta 'idea feliz' va contra lo que pedimos los empresarios", señala. "El precio de los peajes sube, aumenta el precio del combustible y el número de radares. Querer hacer las autovías de pago es una medida más para recaudar como sea", indica Cebreiros al reconocer que desde la CEP se mantendrán con cautela porque es "un anuncio que todavía no está asegurado". Jorge Cebreiros también admite que "no es una solución para el mantenimiento de carreteras" y que de adoptar esta línea, el Gobierno incurriría en una "gran contradicción", al introducir los peajes en autovías "mientras tenemos la autopista más cara y sin liberalizarse como sucede en otras comunidades".
Con respecto a la A-55, desde la CEP se muestran tajantes al indicar que "no es coherente cobrar por la autovía a Porriño, la carretera con más controles y siniestrabilidad y de velocidad máxima a 60". n
