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Los empresarios alertan de los incumplimientos en A-55 y AP-9

El accidente del pasado jueves en la A-55 bloqueó el principal acceso a Vigo durante cinco horas.
photo_camera El accidente del pasado jueves en la A-55 bloqueó el principal acceso a Vigo durante cinco horas.

Cámara de Comercio y Confederación de Empresarios emitieron un comunicado conjunto advirtiendo sobre los plazos en las obras y la necesidad de una nueva autovía

Los presidentes de la Cámara de Comercio y de la Confederación de Empresarios (CEP), los vigueses José García Costas y Jorge Cebreiros, respectivamente, valoraron negativamente los incumplimientos de los plazos de las obras en la A-55 y en la AP-9 en Rande, por perjudicar la actividad económica de la provincia y frenar la competitividad de sus empresas.
“En el caso de la A-55, las obras arrancaron en octubre de 2015 y se preveía su finalización en marzo del 2017. Sin embargo, justificaron la ampliación de las obras hasta septiembre del 2018 con una modificación del proyecto original en diciembre de 2016. Es un caso claro de falta de previsión”, reflexiona García Costas. “Y mientras tanto, la vía tiene limitada su velocidad a 60 Km/h y financia las obras con las multas que ponen los radares instalados a lo largo del trazado”, acota Cebreiros. “En Rande se hizo una inauguración oficial pero los operarios siguieron trabajando en la vía. Y, sin que éstos se hubieran retirado, se cerraron los carriles centrales  para su reasfaltado. Las retenciones son kilométricas y está claro que la carretera no tiene capacidad para absorber todo el tráfico”. En definitiva, subrayan García Costas y Cebreiros, ninguna de las dos arterias principales de comunicación por carretera desde el área metropolitana está en servicio al 100%, sin que por ello se haya dejado de cobrare incluso incrementar el coste del peaje, ni se hayan dado alternativas.
“El perjuicio es directo para las empresas, porque repercute en los desplazamientos de mercancías, productos finales y personas. Estos tramos son auténticas trampas  que frenan la actividad empresarial, por cuanto ralentizan y encarecen los desplazamientos”, se lamenta el presidente de la Cámara.
“Sabemos que si queremos mejoras, éstas pasan por hacer obras, y los empresarios aceptamos y asumimos el coste temporal que conllevan. Pero es inconcebible que se encadenen unas acometidas con otras sin alternativas que palien los efectos adversos”, recalca la CEP.
Por otro lado, ambos presidentes expresan su preocupación por la desidia de Fomento hacia las cifras de siniestralidad en la A-55, principal entrada a Vigo. “No es de recibo que las estadísticas conviertan ese tramo como uno de los puntos negros con mayor número de accidentes sin que las administraciones tomen cartas en el asunto”, expone Jorge Cebreiros. “Es parte de nuestro cometido poner el foco en aquellas situaciones que perjudican el desempeño de nuestras empresas. Forma parte de nuestro ADN querer ser competitivos. Hemos tenido mucha paciencia con la A-55 y con las obras de la AP9”, añade García Costas.

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