Afundación sólo aceptaría un régimen de alquiler con derecho futuro a la compra
La directiva del Círculo Mercantil e Industrial de Vigo llevará en unos días a su asamblea la venta al Real Club Celta de la sede de la calle del Príncipe por un precio que rondaría los 4,5 millones de euros, con medio millón más que aportaría la sociedad deportiva a través de distintos servicios. Si como todo apunta hay un "sí" de los socios, se iniciaría el proceso para abandonar el edificio que ha sido el mascarón de proa de la entidad viguesa desde hace más de un siglo. La búsqueda de un local al que trasladarse se inició hace más de dos meses y el Mercantil ya maneja una propuesta: el antiguo Club de Jubilados de Caixavigo. Entre sus ventajas más evidentes, la proximidad. De hecho, se encuentra en la misma calle que el Mercantil, Velázquez Moreno, a apenas unos 100 metros de la actual sede, en la esquina con Ronda de don Bosco.
Las negociaciones se llevan con discreción y no hay nada firmado, a lo sumo apalabrado, pero según pudo saber este diario de fuentes solventes, Afundación de Galicia, la actual propietaria (como heredera de la mayor parte de la obra social de las cajas) habría propuesto como fórmula de contrato un alquiler con derecho a compra a medio plazo.
Al parecer, Afundación no tiene prisa ahora por deshacerse de su patrimonio y prefiere que los edificios de que dispone puedan ser utilizados sin perder su titularidad. No obstante, sí tiene a la venta el Teatro Fraga, cerrado sin que las obras de rehabilitación realizadas por César Portela hubieran finalizado por completo.
Según las mismas fuentes, la directiva del Círculo Mercantil se lo estaría pensando, aunque no ha dejado de ver otras opciones alternativas. Pero el Club de Jubilados gusta, y no sólo porque está en el mismo distrito central que el domicilio actual, sino incluso porque se trata de un inmueble noble, diseñado y proyectado por el mismo arquitecto, Gomez Román, y en la misma época. Además, cuenta con una amplia superficie para mantener una cafetería, oficinas y algunos de los servicios que presta la sociedad viguesa en sus actuales instalaciones, lo que haría la mudanza más sencilla de realizar y mucho menos traumática. Si finalmente no hay un acuerdo, la dirección exploraría otras posibilidades, siempre en la misma zona. En cuanto al Club de Jubilados, si hay un compromiso, el Mercantil trataría de hacerse antes o después con su titularidad gracias a la venta al Celta de su edificio de la calle del Príncipe. n
