El colegio Carballal acogió otra edición de la Festa do Cabazo donde 250 calabazas se transformaron en todo tipo de dulces, caldos y licores. El cineasta Lois Blanco Arauxo defendió recuperar la tradición en el pregón
Unas 250 calabazas se transformaron en delicados dulces, caldos nutritivos y licores en una nueva edición de la Festa do Cabazo. La celebración, que este año llegó a su trigésima edición, atrajo a lo largo de toda la jornada a numerosos vigueses hasta las instalaciones del colegio Carballal. Entre los visitantes no faltó el alcalde, que recorrió los diferentes puestos de degustación y que hasta se arremangó para amasar unas rosquillas. Las actividades comenzaron a las once de la mañana con la apertura de la carpa y de los puestos.
Desde hace un mes los integrantes de la Asociación Cultural O Coto trabajaron sin descanso para poder hacer realidad esta fiesta de la tradición. En total fueron unos doscientos voluntarios los que colaboraron de alguna manera en preparar los manjares, atender los puestos y hacer que todo saliera a pedir de boca. Además, desde hace algunos años los organizadores cuentan con la colaboración desinteresada de las panaderías San Cristóbal y Cerviño, que cedieron sus hornos para elaborar los productos. En esta edición ninguna de las calabazas sobrepaso los 40 kilos, siendo un poco más pequeñas que otros años por la falta de precipitaciones. Eso sí, todos los ejemplares fueron donados, ya fuera por vecinos de Cabral o de otros parroquias viguesas, llegando alguna de ellas desde otros municipios de la provincia.
Uno de los momentos más esperados fue el de la lectura del pregón, que como ya es tradición recayó en un nombre de la cultura. En esta ocasión fue el cineasta santiagués Lois Blanco Araúxo, muy ligado a Vigo, donde estudio Dirección e Dramaturxia. En su intervención resaltó la importancia de mantener las tradiciones, como es la elaboración de los productos de la calabaza de manera artesanal, y transmitir este saber secular a los más pequeños.
En esta edición, además de los puestos de degustación, donde se podían adquirir los diferentes productos elaborados con calabaza, también participaron seis artesanos.
La música tradicional fue la gran protagonista de la fiesta. A las 11.30 el grupo de gaitas Xestarega, de la Asociación Cultural O Coto, fue el encargado de abrir la jornada, siguiéndole la formación Arume de Guizán, para cerrar la primera parte de la fiesta los gaiteros de A Canaca. Las actividades se retomaron a las 17 horas también con música, estando en esta ocasión a cargo de Os Catro Quintos y la banda de gaitas del Casco Vello, el orfeón O Coto y la escuela de gaitas Mudiño.
