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El dueño de Las 5 Jotas contrató un abogado luso hace meses

El líder de Las 5 Jotas en su última visita a los juzgados de la Audiencia de Vigo.
photo_camera El líder de Las 5 Jotas en su última visita a los juzgados de la Audiencia de Vigo.

José Manuel Costas declaró ante un juez de Oporto que podría determinar la extradición

El empresario José Manuel Costas, detenido el viernes en Portugal como adelantó ayer Atlántico, declaró ayer ante el juez en el Tribunal de Relaçao de Oporto. El empresarios vigués, que se fugó hace dos años para no cumplir una pena de seis años de prisión, contrató hace varios meses a un abogado luso para asesorarse mientras seguía manejando en la sombra sus negocios en España desde el país vecino, según señalan fuentes cercanas al caso.
Tras su detención -a primera hora de la tarde del viernes en una localidad del norte luso, a poco más de cien kilómetros de la frontera gallega- por parte de miembros del equipo de búsqueda de fugitivos de Madrid, la Policía Nacional de Vigo y la Policía Judiciaria de Portugal, prestó declaración bajo custodia de las fuerzas de seguridad portuguesas y será el Tribunal de Relaçao do Porto el que decida su extradición.
El encargado de encabezar la búsqueda internacional del fugitivo más buscado de Europa ha sido un juzgado de Madrid, que autorizó las escuchas necesarias para proceder a su detención. Por ello lo más probable es que José Manuel Costas viaje directamente hasta Madrid, donde deberá declarar ante el juez por haber eludido la justicia. Posteriormente deberá cumplir la pena impuesta.
Según señalan fuentes cercanas al caso, el dueño de Las 5 Jotas habría contratado a este letrado portugués para recibir asesoramiento, lo que llevó al abogado a solicitar a sus homólogos vigueses que le remitiesen toda la documentación del caso para estudiarla.
Desde hacía meses, la Policía pisaba los talones al empresario vigués. La Policía Judiciaria participó ya en mayo en un operativo de arresto tras una pista que lo situaba en Barcelos. Sin embargo, dicho operativo no salió adelante. Finalmente, Costas no estaba donde la investigación lo situaba.
El hecho de que el dueño de Las 5 Jotas fuera incluido en la lista de los más buscados por la Europol facilitó el trabajo policial y una nueva vía de investigación se abría recientemente, también en el país vecino.
Su ingreso en prisión podría ser inminente, si bien primero tendrá que responder ante un juez sobre esta huida, que comenzó a principios de julio de 2016. Él y su hermano Jacobo eran condenados en sentencia firme a seis años de cárcel, el máximo que tendrían que cumplir por su participación en un fraude fiscal de más de cien millones de euros en facturas falsas y que ha llevado al banquillo a cerca de un centenar de empresarios.
Mientras Jacobo ingresó en la prisión de A Lama hace dos años, donde continúa, José Manuel eludió el requerimiento y comenzó una fuga que ha llevado a la Policía a seguir pistas en Reino Unido y Suiza.

Una búsqueda internacional por la Europol

La búsqueda de José Manuel Costas ha traspasado fronteras. Tras convertirse en uno de los fugitivos más buscados por la Europol, su rostro se ha difundido por toda Europa, en distintos periódicos, canales de televisión e incluso blogs de búsquedas, en uno alemán se incluía una recompensa de 1.000 euros para quien pudiera facilitar una pista a la Europol sobre su paradero. El propio Ministerio de Interior en su twitter volvía a difundir su rostro recientemente en busca de cualquier información que pudiera dar con su localización, como finalmente ha sido. La intención de Costas era marcharse el tiempo suficiente para que la condena prescribiera, pero la labor policial lo ha impedido. En total, se calcula que los hermanos defraudaron a Hacienda más de 50 millones y se realizó una facturación ficticia a los 140 .
El proceso judicial se prolongó durante cuatro, en los que se celebraron 70 juicios con más de 100 empresarios condenados por emitir facturas falsas en pleno boom del ladrillo.
El amplio recorrido judicial del caso se inició a finales de la pasada década, tras la denuncia de varios trabajadores a los que Hacienda les atribuía una facturación demasiado elevada que no cuadraba con sus números.. 
Este año, los dueños de La Barraca, los hermanos Alfredo y Manuel Hermida, siguieron los pasos de Coastas y se dieron a la fuga para evitar su ingreso en prisión. La colaboración de las fuerzas de seguridad del Estado lograron detenerle y ponerlo a disposición de la justicia. 

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