El Birraseto cumplió expectativas y atrajo la atención de vigueses y turistas, que se atrevieron a probar bebidas tradicionales y otras más atrevidas con cítricos y picantes
nnn "La combinación de cerveza y buena comida siempre funciona bien", decían ayer los cerveceros artesanos del Birraseto. El festival que inició este año su andadura refrescó a vigueses y turistas que se acercaron hasta Praza do Rei para probar especialidades propias de Galicia.
Los asistentes adquirirían un vaso de cristal en la caseta central y disponían de una docena de artesanos que ofrecían sus variedades. Rubias y negras a partes iguales se repartían los carteles, aunque con su denominación técnica. Un fregadero permitía limpiar el vaso para seguir degustando. Las cervezas llegaron desde Vigo, pero también Cangas, Nigrán, Ourense o Lugo entre otras localizaciones. Todos ellos se enfrentaron en diferentes concursos para la mejor etiqueta o cerveza donde los jueces fueron los visitantes.
La comida jugó un papel importante. Se podía dar la vuelta al mundo en apenas unos pasos: tacos mexicanos o crepes francesas junto a hamburguesas americanas y salchichas alemanas, sin olvidarse del lacón gallego en forma de bocadillo.n
