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La Diócesis tuvo en 2016 cerca de 10 millones de presupuesto

Más de la mitad procedió de aportaciones de fieles y el 58% se gastó en conservación y clero

 La Diócesis de Tui-Vigo manejó en 2016 un presupuesto que superó ligeramente los 9,9 millones de euros, que invirtió en su mayoría en conservación y funcionamiento de los lugares de culto y en retribuciones al clero y seglares, que se llevaron el 58% del total, quedando un 26% para ayudas sociales (caridad e Iglesia universal).
Estas cifras fueron dadas a conocer con motivo de la celebración, mañana, domingo, del Día de la Iglesia Diocesana, que se adelanta una semana por voluntad del Papa Francisco para que se pueda conmemorar la Jornada Mundial de los Pobres el 26 de noviembre. Al ser una institución que recibe dinero del Estado, las cuentas pueden ser consultadas en el 'Portal da Transparencia' de la página web de la propia diócesis (www.diocesetuivigo.org).
La gran mayoría de los ingresos de la Iglesia en esta demarcación procede de las aportaciones de los fieles, bien a través de colectas y donativos, con los que se recaudaron 5,7 millones de euros (el 57,61% del presupuesto) bien por medio de la X en la declaración de la Renta, por la que le correspondió 2,4 millones de euros (el 24,35%). También recibió subvenciones públicas por más de 830.000 euros (8,39% ). El cobro de aranceles, tasas y servicios religiosos en hospitales y cementerios supone la cuarta fuente de ingresos para la Iglesia: 519.000 euros (5,24%). 
No obstante, el dinero, igual que entra se va, y en el apartado de gastos la conservación del patrimonio que tiene la Diócesis —iglesias, ermitas, casas parroquiales...— fue la partida que mayores recursos consumió: más de 2,8 millones (el 30% de los gastos). Le siguen las nóminas y seguridad social del clero y seglares, con 2,7 millones (28,62%). El tercer bloque de gastos fue para actividades caritativas a cargo de Cáritas Diocesana y las parroquias, con 2,3 millones (24,85%).
El sacerdote Julio Ramos, responsable de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana y delegado para el Fondo Común Diocesano, explicó que son unos presupuestos que se mantienen estables. “Hubo un fuerte descenso con la crisis, con menos aportaciones, que también repercutió en el IRPF. Ahora se mantiene más o menos igual”, aclaró. 

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