Tomás Garnelo (Pontevedra, 1995) es joven pero quiere ayudar a los demás con sus habilidades.
Inspirándose en grandes motivadores como Anthony Robbins, Victor Kuppers o Emilio Duró ha creado su propio método de diez fuentes de energía para la vitalidad y lo comparte en sus charlas. Estudió Derecho y ha practicado deporte en todo tipo de disciplinas, incluso en tenis profesional, pero veía que lo que le apasionaba era hablar en público y conectar con la gente.
¿Cómo conectaste tu habilidad para hablar con tu actividad?
Me pregunté ¿yo qué puedo sacar de esto? Aprovechando el impacto de las redes sociales empecé a entrar en ese mundo y a ver que había personas que habían creado de su talento una profesión nueva ¡y hay gente que mueve a un millón de personas!
Pero hay que hablar de algo, tiene que tener contenido lo que cuentas.
Eso me pregunté ¿de qué hablo? ¿qué puedo transmitir? Me costó mucho. Y me di cuenta que podía hablar de actitud. Empecé a estudiar a los mejores mentores en actitud, grandes líderes hombres y mujeres de la historia y los referentes mundiales. Así que lo transmito.
¿Cuáles son esas referencias?
Me gusta mucho el estilo americano. Me gusta Anthony Robbins y lo admiro mucho, su mentor fue Jim Rohn, que es otro americano muy interesante. En España me fijo en Victor Kuppers, en Emilio Duró. Son muy prácticos. Dicen ayuda a los demás, preocúpate por ser la mejor persona posible y haz las cosas que tienes que hacer. Hay una mujer que me encanta que es Helen Keller, que fue mentora de Nelson Mandela, también Miguel Ángel Cornejo y Daniel Habif.
¿Qué es lo que aportas?
He creado un método personal que son las diez fuentes de energía para tener vitalidad. A todos nos ha pasado que nos encontramos mejor o peor y no sabemos por qué, estás con una persona y te sientes muy bien y otros te comen energía. El dinero, la alimentación, el deporte es energía, dormir bien, hacer las cosas con propósito es otra fuente de energía, la actitud, el sexo, la meditación o la respiración.
¿Cuáles son esas diez pautas?
Las tres más importantes las conocemos aunque muchas veces se descuidan, además de dormir, entrenar y comer. Hay tres a las que no se le da tanta importancia y son las que más energía dan: respirar, que es un arte y una fuente de energía vital; la quinta es la meditación, que mejora nuestra capacidad de aprendizaje y en los jóvenes es muy importante porque por los estímulos que reciben están descontrolando su capacidad de atención. La sexta es el sexo. La séptima es el entorno, muy importante, por ejemplo gente que se está quejando pues energéticamente no es buena. La octava es la actitud y es importantísima. Víctor Kuppers definió el valor de una persona como conocimientos, más habilidades multiplicado por actitud. Para mi la actitud es la identidad más el coeficiente de optimismo por el entrenamiento. Es el 88% del éxito. Gente con verdaderos problemas que siempre está dispuesta a ayudar y esa gente existe. La novena fuente de energía es el dinero, es un recurso, bueno o malo según se use, y genera mucha energía pero también estrés o situaciones de tensión en las familias. Y la décima y la que más energía da es el propósito y el sentido de vida, por qué estamos haciendo las cosas. Cuando tienes buenas razones consigues lo que quieres.
¿Que planes tienes para contar todo esto?
Este año el objetivo son cien conferencias en tres enfoques, uno son los centros y universidades, de forma cien por cien altruista; el segundo sería formación en las empresas y el tercero crear mis propios eventos. n
