Las importadoras toman nota de la sucesión de problemas en el despacho de mercancías en el PIF de Guixar
n n n Había temor a que el último problema en el puesto de inspección fronteriza de Guxar (PIF) provocara un efecto en cadena demoledor para los intereses de Vigo como central de distribución de pesca al sumarse a otros anteriores con el despacho de gamba y así ha sido. Tras la negativa de los inspectores de sanidad a permitir la entrada de 21 contenedores con vainas de pota de China por una cuestión burocrática en la falta de clasificación del buque mercante –sin entrar en el contenido de la carga- otros 100 contenedores con cefalópodo congelado procedente del mismo país se han desviado a Leixoes (Oporto), donde hay garantías de que no habrá problemas en el despacho. Era lo que se temía la Federación de Usuarios del Puerto, que advirtió sobre que la falta de confianza podría significar que Vigo dejaría de ser la entrada de congelado en España, y lo que ha ocurrido. Para el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, la alarma ya es absoluta al afectar a empresas importadoras, en ambos casos viguesas.
En declaraciones a los medios antes de iniciar una reunión del Consello Económico Social de Galicia, López Veiga volvió a señalar las "situaciones arbitrarias" en el PIF por parte de inspectores sanitarios al aplicar normas que no se aplican en Leixoes y el daño que se está provocando al puerto.
"Una vez perdida la confianza de los operadores no hay mucho que hacer", advirtió, en sintonía con lo que habían manifestado hace unos días los representantes de siete organizaciones portuarias. Advirtió de que no se va quedar callado si los cien contenedores que se han desviado a Leixoes y los 21 a los que se les ha impedido entrar por Vigo tienen vía libre por el puerto de la ciudad de Oporto. "Está en juego que este puerto continúe siendo la entrada de congelado", dijo el titular de la Autoridad Portuaria, y añadió que está dispuesto a llegar hasta Bruselas y que se da un mes para hallar una solución definitiva. Con respecto al problema concreto de los contenedores de China, señaló que al parecer se trata de que los inspectores del PIF decidieron hacer caso de las normas en inglés sobre catalogación de buques, y recordó que en la UE cada autoridad tiene que asumir las instrucciones en sus idiomas.
"Es una aberración jurídica decir que hay que interpretar el texto español en virtud de lo que dice un texto inglés; es un desconocimiento profundo del inglés como lengua y del ordenamiento jurídico comunitario", aseguró a los medios. "¿Hay un colectivo emperrado en que Vigo deje de ser el centro de distribución de la pesca congelada y de la industria de transformación?", se preguntó tras insistir en que la inspección del PIF "bate récords de intransigencia" y en que "habrá responsabilidades sobre ciertas actitudes" de los inspectores. n
