Salinae, la única salina de su tipo musealizada en Europa, organiza múltiples visitas este mes
n n n Es la única salina de evaporación del Imperio Romano que se puede visitar en todo el continente, y está en la calle Rosalía de Castro. Entre los siglos I y II, muchísimo antes de que el Areal dejase de ser la playa que era entonces, en Vigo floreció una industria que era crucial para los romanos, la de la producción de sal, entonces esencial para curtir pieles, conservar alimentos o, por supuesto, darles sabor. Afortunadamente, una parte de las salinas marinas de aquel entonces pervivió hasta nuestros días en un excelente estado de conservación, y estos meses de verano son una ocasión ideal para conocer este esencial patrimonio histórico por la cantidad de actividades y visitas guíadas que se organizan en el centro arqueológico Salinae. Una ocasión para viajar 2.000 años atrás en pleno centro de la ciudad.
Tal era la importancia económica de la sal en aquellos tiempos que, como explica Sandra, la guía de la visita, "Os romanos chamábanlle 'ouro branco'", e incluso se llegó a emplear como "forma de pagamento, sendo esta a orixe da palabra 'salario'". A largo de la visita se van explicando diferentes temas en torno a las salinas, desde la historia de la ciudad hasta la producción y los usos de la sal por parte de los romanos, pasando por el estilo de vida y costumbres de los habitantes del aquel imperio. Todo ello se hace a través de la interactividad y la participación de los asistentes, pudiendo tocar réplicas (e incluso alguna pieza real) de monedas, utensilios de cerámica o piel curtida al estilo romano. Y por supuesto, probar el peculiar olor del "garum", una salsa fabricada con tripas fermentadas de pescado y sal extremadamente popular en aquellos tiempos, siendo usada con sorprendente asiduidad en todo tipo de platos.
Los asistentes, particularmente los niños, reaccionan con sorpresa al descubrir tanto las extrañas costumbres que tenían nuestros antecesores como la forma en que de tantas maneras su sociedad no era tan diferente de la actual. Al llegar a la atracción principal, que sorprende por su aspecto perfectamente conservado, se explica el proceso de evaporación de la sal a través del filtrado del agua en tres tipos distintos de piscinas, todas ellas claramente delimitadas en la porción conservada de salina. Tales fueron los orígenes de la industria viguesa, y de hecho se han hallado en la ciudad múltiples yacimientos de factorías de salazón de la misma época, aún no musealizados. Uno de ellos se encuentra muy cerca de la ubicación de Salinae, en un solar de la calle Marqués de Valladares.
amplia agenda de visitas
En diciembre, Salinae cumplirá diez años desde su inauguación, aunque fue descubierta hace otros diez durante la construcción del centro de salud. Recibe a miles de visitantes al año, y en estas fechas tiene programada un gran número de actividades y visitas para dar mejor a conocer su riqueza, todas las mañanas a las 12h de martes a sábado: visitas guiadas los martes, jueves y viernes, y talleres infantiles miércoles y sabados, siempre gratis con reserva previa.n
