ANÁLISIS DEMOGRÁFICO

La demografía cae en el área a medida que avanza el siglo

La oficina de estadística y censo del Concello de Vigo, en la lonja del consistorio.
photo_camera La oficina de estadística y censo del Concello de Vigo, en la lonja del consistorio.

Los incentivos apenas enderezan el descenso de población, acusado desde 2012

 La política de incentivos no parece funcionar o al menos no como se esperaba y aunque la situación demográfica en el sur de la provincia -o lo que es lo mismo con todo el gran área de Vigo, desde O Morrazo hasta el Condado- no se acerca a la tragedia del interior de Galicia, las cifras señalan que la tendencia es cada vez más negativa en cuanto a habitantes, con una caída mayoritaria en los últimos tres o cuatro años en los censos de población. 
Las medidas de choque y ayudas directas planteadas desde los ayuntamientos para luchar contra la progresiva despoblación no han funcionado, al menos hasta ahora, y en el mejor de los casos los ayuntamientos donde la despoblación resulta más visible se ha conseguido detener algo la velocidad de la caída. 
Es el caso de Arbo, que personaliza el desastre: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha perdido la mitad de su población en los últimos 20 años, pasando de algo más de 5.000 habitantes en 1996 a menos de 2.800 en 2016, aunque su alcalde cree que la situación se ha estabilizado e incluso mejorado. 
El polo contrario ha sido Porriño, que se ha convertido en un éxito como el primer o segundo ayuntamiento gallego que más habitantes gana en la segunda década del siglo XXI, rozando ya los 21.000, lo que se achaca a población joven, atraída por las posibilidades de empleo que se generan en sus polígonos empresariales. En total ha ganado 2.500 habitantes en el período entre 2005 y 2015, pero lo excepcional es que continúa creciendo gracias a ofertar trabajo.
El caso de Vigo resulta más llamativo por su fuerte oscilación. Según el INE ha ganado en el período 2005-2015 un total de 400 vecinos –y 8.000 si se observa desde 1996-, pero el dato preocupante se refiere a los últimos ejercicios, desde 2012 a 2016, que han sido consecutivamente en negativo, confirmando ya una tendencia hacia la pérdida de población. De hecho, ha sido el municipio que más ha retrocedido en habitantes en Galicia desde dicha fecha: según el INE ha perdido en el período 2012-2016 unos 4.500 residentes, lo que equivale al 1,5 por ciento de todo su censo. Es la cifra oficial a todos los efectos. Según el Concello, la caída habría sido menor, de apenas 1.500 vecinos, al discrepar en miles de altas con el Instituto Nacional de Estadística. Pero también asumen las cuentas municipales el descenso en su padrón.
Echando un vistazo a los datos de varios ejercicios, y sólo fijándonos en los diez últimos años, se puede constatar en todo el sur de la provincia un fenómeno similar: entre 2005 y 2008 se anotaron altas en algunos casos muy relevantes y a partir de entonces comenzaron a descender las cifras de población. Entre 2001 y 2016 la práctica totalidad de ayuntamientos de todo el sur -el gran área de Vigo con 27 municipios- redujeron sus padrones, con las excepciones de Porriño y en menor medida Moaña y Vilaboa. Incluso Pontevedra ha comenzado a bajar. 

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