La Agencia de la Pesca fue creada hace justo 10 años en Bruselas aunque con la idea de que la sede definitiva sería en Vigo, donde lleva siete. Desde el edifico Odriozola se coordina el control pesquero de los países miembros
La Agencia Europea de Control de la Pesca acaba de cumplir 10 años de vida. Se creó en 2005 en Bruselas, donde comenzó a funcionar de manera provisional, pero ya desde años antes se había decidido que la sede definitiva estaría en Vigo (fue una apuesta del Gobierno de Aznar) dado su reconocimiento como primera potencia pesquera mundial.
En el histórico edificio Odriozola en García Barbón están las instalaciones, que son desconocidas para muchos vigueses y que, incluso, pasan desapercibidas a no ser por la bandera de la Unión Europea que luce en el balcón central.
Es en el interior donde se cuece el trabajo, con 59 eurofuncionarios de una veintena de países que se encargan de la coordinación de los controles de la pesca de los países miembros y que tiene por bandera la lucha contra la actividad pesquera no reglamentada.
La Agencia de Pesca, como es más conocida, es junto con la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (en Bilbao) los dos únicos organismos comunitarios que hay en España. La de Vigo empezó a funcionar con 39 personas y hoy son el doble, procedentes de países tan diversos como Holanda, Italia, Francia, Dinamarca, Suecia o Lituania.
integrados en la ciudad
Al frente está el francés Pascal Savouret, que tomó las riendas del órgano hace cuatro años para sustituir al holandés Harm Koster, que se jubiló aunque decidió fijar su residencia en Vigo junto con su mujer. Koster confesó en diversas ocasiones que se había enamorado de esta ciudad por su clima, su gastronomía y la calidad de vida y se ve que está totalmente integrado ya que hace mucha vida social y es habitual verle en el Teatro o en Balaídos, así como en eventos relacionados con este sector. Precisamente la semana pasada asistió a la cumbre de la FAO que contó con la presencia del comisario europeo de Pesca Karmenu Vella y la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, entre otras autoridades.
La Agencia de Control de la Pesca aumentó el año pasado un 20% las inspecciones hasta registrar 12.600 y formó a 850 inspectores dentro su política de mano dura contra las actividades de pesca ilegal no declarada y no reglamentada.
Harm Koster fue el primer director del organismo. Se jubiló y fijó su residencia en Vigo.
