VIGO

El CSIC graba escenas de canibalismo en pulpos de Cíes

El investigador principal, Ángel Guerra, y la representante de Inxenia Audiovisual, María Rey.
photo_camera El investigador principal, Ángel Guerra, y la representante de Inxenia Audiovisual, María Rey.

El proyecto Cefaparques propone prohibir la pesca en zonas de puesta de las islas

El proyecto Cefaparques, liderado por el investigador del CSIC Ángel Guerra, filmó por primera vez escenas de canibalismo en la naturaleza, en concreto en pulpos de las Islas Cíes. En un caso era un pulpo grande con hambre que asfixia a uno pequeño metiéndole un brazo por el sifón que usan estos animales para expeler el agua y en otros casos la hembra se come al macho después de que este ha copulado con varias féminas y está exhausto y se lo come porque ella va a necesitar mucha energía durante cuatro meses para cuidar a sus crías, un periodo en el que no podrá comer nada y tendrá que vivir de sus propias reservas.
Es una de las curiosidades de este proyecto que tenía como principal misión identificar y caracterizar los hábitats de preferencia para la puesta y alevinaje de varias especies de cefalópodos, como el choco, la sepia, el pulpo y el calamar, en el parque nacional de las Illas Atlánticas y en el archipiélago de Cabrera (Mallorca), con el fin de proponer medidas de un plan de protección y conservación de estas zonas. De aquí salió también el documental “Un espectador vulnerable”, que se presentó ayer en la Semana de Cine Submarino de Vigo y que se centró en el pulpo común de las Cíes, para el que proponen una serie de medidas. Fueron 113 censos visuales con escafandra autónoma en los fondos marinos y más de 180 horas de filmación.
 Los científicos identificaron las zonas de puesta, que está en la isla norte (Monteagudo) en una zona bien delimitada que representa el 6% de la superficie del parque y proponen un plan para su protección, que pasaría por prohibir la pesca en ese espacio concreto, algo beneficioso tanto para el ecosistema como para la explotación. En Rodas, donde está la zona de alevinaje y engorde, señalan que ya hay medidas de control (no capturar especies de menos de un kilo, usar un número de nasas, descansar los fines de semana y en una época de veda), pero son insuficientes. Cada año se extrae un promedio de 300 toneladas de pulpo solo de las Islas Cíes y se calcula que se explota el  80% de lo que hay. 
Otra medida sería la limpieza de redes y nasas de los fondos marinos. El documental tuvo mucho éxito hace unos días en Japón en una reunión internacional relacionada con los cefalópodos, al que acudieron 300 personas de 40 países y gustó especialmente a Hawai, Brasil, Japón, India y California. El documental se hizo con la productora Inxenia Audiovisual en lenguaje asequible con entrevistas a científicos y a un patrón de Bueu, con imágenes aéreas, terrestres y acuáticas para las que contó con la colaboración de Manuel Garci y Jorge Hernández-Urcera.n
 

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