La junta de personal alertó de que abre la puerta a nuevas privatizaciones y rechaza un sistema de incentivos ligado al ahorro y no a la consecución de resultados positivos
La Junta de Personal del Complejo Hospitalario de Vigo, junto con profesionales de Cardiología, mostraron ayer su rechazo a la creación del Área de Gestión Clínica del Corazón por parte del Sergas "porque supondrá abrir la puerta a nuevas privatizaciones e introducir un sistema de incentivos ligado al ahorro y no a la consecución de resultados positivos".
Desde la representación de los trabajadores también se trasladó la preocupación por el futuro laboral de los alrededor de 100 empleados públicos que se verían afectados.
Explicaron que el Sergas pretende crear el Área de Gestión Clínica del Corazón en Vigo, para la que les propusieron que firmasen un escrito de apoyo, algo que rechazan.
Los trabajadores no se oponen a la gestión clínica e incluso comparten la mayor parte de los conceptos como son la atención centrada en el paciente: el trabajo por procesos; la mejora continua de la calidad; la medicina basada en la evidencia; la búsqueda de la eficiencia; la racionalización del gasto; y corresponsabilidad de los profesionales en el uso de los recursos. Sin embargo, rechazan el modelo establecido en el decreto 30/2014, que criticaron todas las organizaciones sindicales. Al mismo tiempo, consideran que no se resuelven problemas esenciales como las condiciones laborales y profesionales del personal que acepte integrarse, desde qué ocurrirá con los que quieran dejar la unidad a cómo se harán las contrataciones o con quien negociarán los horarios, guardias y otras cuestiones. La preocupación se incrementó con los cambios en la ley del personal estatutario, porque abrió la puerta a la privatización de las áreas de gestión clínica mediante su conversión en entidades con personalidad jurídica propia. También critican que el director del área, que acumulará enorme, poder, vaya a ser elegido con criterios ajenos al mérito y la capacidad, así como la existencia de un sistema de incentivos vinculados al ahorro y no al logro de resultados positivos, con lo que abren la puerta a que los pacientes piensen que se pueden enriquecer ahorrando en su diagnóstico y tratamiento.
