Coruxo no prevé recuperar todo el arbolado hasta dentro de 10 años

nnn Antonio Campo dirige la comunidad de montes de Coruxo, donde se encuentra Fragoselo, que fue la zona más castigada de todo Vigo, como resulta todavía hoy visible. Muy cerca, a su lado se encuentra Chandebrito, ya en Nigrán, donde se produjeron dos muertos, dos mujeres atrapadas en su vehículo cuando trataban de escapabar, Ángela Otero y Maximina Iglesias. Chandebrito fue la Zona Cero: arrase casi completo de sus más de 4,5 kilómetros cuadrados de superficie. Como en el caso de otras comunidades de montes de Vigo, la supervivencia de la entidad se basa en la venta de los árboles quemados, que ha permitido mantener las finanzas pero sólo por el momento, con unos 200.000 euros. No obstante, hay ya zonas recuperadas.
En cuanto a Coruxo, que había elevado sus daños a 1,35 millones de euros, Antonio Campo señala que el día 15 harán un acto en el "torreiro" de la fiesta para recordar lo ocurrido hace un años. El balance es hasta el momento corto, con  3.000 árboles ya plantados y el 17 de noviembre está prevista otra con 4.000 castaños, nogales y especies frondosas. "Tuvimos unas pérdidas enormes y nos pagaron casi nada, una pequeña limosna, espero que nos sigan dando dinero para recuperar la plantaciones", señalaba. La comunidad de Coruxo logró una subvención de 18.000 euros de la Xunta, y está en proyecto avanzado el "anillo verde" del municipio "que no sé cuántos árboles se van a plantar". Además hay un plan de empleo y "lógicamente la Xunta debía subvencionar y las empresas particulares dar una ayuda para plantaciones. Tenemos cuatro trabajadores y la comunidad de montes se quedó sin arbolado así que hasta dentro 10 años no podremos vender árboles. Economicamente vivimos de la madera queda y su venta y otros ingresos", explica Antonio Campo.
En cuanto a los  eucaliptos "ventureiros" que aparecen por cientos en los terrenos de Fragoselo y otras zonas, señaló que van a triturarlos, y que otras partes de monte quedarán para dicho árbol con fines comerciales. En todo caso, nada está asegurado y reconoció que todo dependerá del plan de ordenación del monte. "Vamos a repoblar con frondosas, no con eucalipto y pino, se trata de hacerlo de forma racional para evitar otro incendio en el futuro", aseguró. 
El resto de parroquias afectadas suman daños de menor cuantía: Comesaña, 255.000 euros y Matamá y Zamáns, entre los 100.000 y 200.00 euros. n