La UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro utiliza el aparato de circulación extracorpórea, conocido como Ecmo, en enfermerdad respiratoria grave y parada cardiorrespiratoria
nnn Unos 20 pacientes del Complejo Hospitalario de Vigo se benefician cada año de los dos Ecmo disponibles, un aparato de oxigenación extracorpórea que realiza las funciones del pulmón, del corazón o de ambos y que permite mantener a una persona con vida mientras sus órganos se recuperan de una disfunción. Hasta 21 días han tenido a algún paciente conectado en la UCI del Cunqueiro. El resultado es que permite sobrevivir a pacientes en situaciones en las que la mortalidad era elevada.
El Ecmo que se usaba inicialmente durante unas horas para operar en los quirófanos de Cirugía Cardiaca, como explica el jefe del servicio, Gonzalo Pradas, pero con el tiempo estos dispositivos evolucionaron de tal forma que “se fue alargando el tiempo en el que la sangre puede estar circulando por esos circuitos y se logró que cada vez hiciera menos daños”, además de reducir su tamaño y mejorar las cánulas que se introducen en la vena o la arteria. Entonces se empezó a usar en niños y luego se fueron ampliando las indicaciones no solo en Cirugía Cardiaca sino también en otros servicios. Es una tecnología habitual en hospitales donde se hacen trasplantes de órganos y hay otros complejos, como Vigo, que también lo usan y deciden las indicaciones que quieren desarrollar. La tarea fue asumida por la UCI del Complejo Hospitalario Vigués que empezó los preparativos en 2014, antes del traslado al Cunqueiro. Es una tecnología muy especializada que requiere entrenamiento. Por ello, los intensivistas Ignacio Chico y Santiago Freita realizaron estancias en centros punteros de Reino Unido y París, y en 2016 atendieron al primer paciente. Ahora son ellos los que forman a otros compañeros de la UCI, tanto médicos como personal de enfermería (ya llegaron al 80% de este colectivo). La jefa de la UCI, Dolores Vila, explica que están usando el Ecmo en insuficiencia respiratoria grave, sobre todo en infección por virus de la gripe, y en el shock cardiogénico. La última indicación que empezaron es la parada cardiaca y por ahora son los únicos de Galicia que lo hacen. Explican que son pacientes cuyas perspectivas de salir adelante son mínimas. “Están en situación muy extrema y no tienen practicamente otra alternativa. Con este sistema se multiplican por tres las posibilidades del paciente de salir adelante porque se recupera el órgano o porque se somete a un trasplante”.n
