La antigua nave de Pescapuerta será frigorífico y centro europeo de distribución de atún
Directivos de la empresa viguesa Coper presentaron ayer al alcalde Abel Caballero su proyecto denominando Centro Loxístico Porto de Vigo , que como anunció el pasado mes de abril este diario, supondrá un cambio radical para Beiramar con la recuperación del frigorífico que dejó inactivo la empresa Pescapuerta, que pasará a convertirse en parte del complejo industrial de Coper-Atunlo. Según pudo conocer este diario, la Autoridad Portuaria prevé dar autorización en su próximo consejo de administración, al tratarse de una instalación situada en una concesión administrativa portuaria.
"Vinieron a mostrarme un nuevo desarrollo industrial para la ciudad de Vigo, es un proyecto económico y de modernización de un edificio en la ciudad. Me gusta cuando la economía se hace también con criterio de ciudad", señaló tras Caballero tras la reunión.
Atunlo y Coper ya gestionan con Frigalsa una nave en Beiramar, y ahora sumarán una mucho mayor, que permitirá la ampliación del negocio de distribución de atún. Para Vigo será clave: permitirá centralizar dicho mercado, muy importante en Europa. También supondrá una mejora para la actividad en los muelles al obligar a los grandes atuneros a descargar en Vigo. Una vez con la concesión, la antigua nave sufrirá un cambio sustancial en el exterior para convertirse en el Centro Loxístico Porto de Vigo, con la modificación de su fachada, pero también con la idea de ampliar sus usos más allá de los industriales, con la utilización de la terraza.
Para el Puerto, como ya había adelantado Atlántico, supondrá varios puntos a favor: el primero, que se conforma la recuperación para la industria frigorífica del frente de Beiramar, una ruina prematura tras el progresivo cierre y abandono de las naves, todavía total en Jacinto Benavente, donde las instalaciones se levantan en suelo municipal y no son concesiones, sino de titularidad de las empresas.
No lo tuvo nada fácil el Puerto, y los sucesivos intentos para que alguna empresa se hiciera con el congelador fracasaron. Avanzó tras el acuerdo con Lidl en Frigoríficos Berbés y con Frigalsa y Atunlo para la recuperación de la nave de Freiremarm una reparación que llevó 13 meses y dos millones de euros para tener una nave moderna, con capacidad para 5.000 toneladas. Fue la primera nave que se recuperó en el entorno y no la última. Al parecer, el interés crece con la llegada de nuevos inquilinos.
