GOLPE A LOS MIGUELIANOS

Las consagradas “miguelianas”, sometidas a una estricta vigilancia

Cuatro “miguelianas” consagradas  hacen vida en el interior de la residencia madrileña de Bustarviejo. En la foto, con Miguel Rosendo.
photo_camera Cuatro “miguelianas” consagradas hacen vida en el interior de la residencia madrileña de Bustarviejo. En la foto, con Miguel Rosendo.

La asociación que las contrató en Bustarviejo y el comisario especial les impiden el contacto con la “secta”

 Las noticias sobre la investigación abierta a la Orden y Mandato de San Miguel que, hasta el momento ha llevado a prisión a su fundador y mantiene imputadas a otras tres personas, entre ellas la mano derecha del líder,  pusieron en alerta a la asociación que contrató a cuatro “miguelianas” consagradas para trabajar en una residencia de ancianos en la localidad madrileña de Bustarviejo.
El presidente de la junta directiva de la Asociación de Amigos de la Tercera Edad El Concejo, José Manuel Fernández, explicó ayer a este diario que desde que se enteraron de todo lo sucedido mantienen un estricta vigilancia a estas cuatro trabajadoras, en contacto directo con el comisario especial de la Diócesis de Tui-Vigo, José Vidal. “Mantenemos contacto directo casi a diario”, asegura Fernández quien relata que “fue toda una sorpresa porque se hicieron pasar por orden religiosa cuando en realidad no eran más que una asociación pública de fieles”.
Esta asociación lleva más de 30 años en funcionamiento y está formada por “la gente de este municipio con el objetivo de ayudar a las personas mayores”. La junta directiva se somete a elección y en ella están los tres portavoces de los grupos municipales (PSOE, IU y PP), además del párroco.
“Desde un principio se acordó que una parte de los trabajadores fueran religiosos para abaratar los costes y durante muchos años estuvieron en esta residencia las Hijas de la Virgen del Huerto, pero tras su jubilación, la falta de vocaciones impidió restituirlas y tuvimos que acudir a otra orden”, asegura el presidente de la junta directiva.
De esta forma, comenta, “se buscaron opciones y el párroco sugirió a otro grupo a través del Arzobispado de Madrid, en aquel momento con Rouco Varela al frente, la Orden y Mandato de San Miguel”. Siempre creyeron, dice, que “eran monjas de verdad así que suscribimos un convenio para el contrato, mediante el cual pagamos una cantidad mensual a la orden en concepto de nóminas de las cuatro trabajadoras”.
Dicho contrato es indefinido pero tiene una cláusula de rescisión. “Cuando nos enteramos de todo lo ocurrido quisimos esclarecer los hechos. Hablé con ellas y me comentaron que dependían de la Orden y Mandato de San Miguel en manos del comisario José Vidal”, responsable ahora en nombre de la Diócesis de Tui-Vigo, tras la destitución de Miguel Rosendo.
Para Fernández, “todo este asunto ha supuesto un duro golpe para nuestro municipio y nuestra asociación así que lo primero que hice fue pedirles  todos los documentos de su Seguridad Social de los contratos y demás por si  hubieran cometido alguna irregularidad, y hasta el momento está todo bien. Temía que estas mujeres no recibieran atribución alguna pues se lo pregunté y me dijeron que lo que necesitaban se lo mandaban desde  Galicia”. De momento, la junta directiva ha conseguido  modificar el plazo para una posible rescisión de contrato de los ocho meses a los seis y el miércoles habrá una reunión con el comisario de la Diócesis, “para ver qué hacemos”.
Sobre el trabajo que realizan las “miguelianas” consagradas “no hay queja, de hecho, convocamos una asamblea inmediatamente y tanto usuarios de la residencia como personal coincidieron en que cumplían bien con sus tareas”.
Lo que sí es cierto, afirma el presidente de la junta directiva, es que  dedican mucho más tiempo que las monjas anteriores al rezo y “siempre van de dos en dos para vigilarse unas a otras y hacen vida en una planta de la residencia”.
Para la asociación lo importante es que todo quede claro. “De ahí, la vigilancia y el control. Tuve que hablar con ellas un día porque me avisaron hace meses de que seguidores de Rosendo se habían trasladado desde Collado-Villalba para verlas. Les advertí muy seriamente de que no pueden mantener contacto alguno con los miembros de la secta”, afirma mientras insiste en “clarificar este asunto”.n

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