La acusada, dominicana con pasaporte holandés y vecina de Vigo, pagará 270 euros como pena tras reconocer que introducía a mujeres en el país en una ruta por Grecia y Turquía.
Un acuerdo de conformidad permitió rebajar la condena de los 4 años de cárcel a una multa mínima. La ahora condenada formaba parte de una red internacional que tras introducir a dominicanas en el país las obligaban a ejercer la prostitución para saldar la deuda.