La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Vigo se adaptó esta semana a la normativa de seguridad en edificios públicos con la instalación de un arco de control de acceso, que llega cinco años después de su inauguración.
Dicha medida de seguridad va dirigida al acceso público de la Comisaría, ya que el restringido cuenta con una férrea vigilancia para toda persona ajena a la Policía o sin autorización expresa. En concreto, a partir de ahora, todas las personas que acudan a las instalaciones policiales para utilizar las oficinas del DNI y el pasaporte, Extranjería o Denuncias, deberán primero pasar por el arco de seguridad que, mediante los colores de un semáforo, impide o permite el acceso.
El elevado número de personas que a diario acude a Comisaría a realizar trámites obliga al edificio a contar con controles que eviten cualquier tipo de altercado en el interior de la parte pública de las instalaciones. El arco de seguridad deberá completarse con un escáner, similar al que cuentan otros edificios públicos como los juzgados o la Xunta, para detectar cualquier objeto peligroso, y que por el momento no ha sido instalado, si bien fuentes policiales confirmaron que se contará con él como medida complementaria en un futuro próximo.
VIGILANCIA
Los agentes de Policía encargados de controlar dichas oficinas públicas son también los que vigilan el funcionamiento de este arco que evitará introducir cualquier elemento peligroso en las dependencias policiales o que pueda poner en riesgo a las decenas de personas que acuden a las oficinas.
El edificio de la Comisaría de Vigo, con entrada principal por la calle Álvaro Cunqueiro, fue inaugurado en noviembre de 2013 por el ministro de Interior, si bien comenzó a estar operativa a finales de 2011. Con una inversión de 15 millones de euros, el Cuerpo Nacional de Policía consiguió adaptar sus viejas instalaciones, que contaba con varios edificios separados, a un moderno edificio, no exento de problemas, según los sindicatos, y que va completándose poco a poco.n
