La obra de Vivaldi con coreografía del Centro Coreográfico Galego apostó en la fotografía y en la creatividad de su elenco
n n n La temporada de otoño del teatro García Barbón abrió con uno de los grandes compositores de todos los tiempos. La producción del Centro Coreográfico Galego de la obra de Vivaldi "As Catro Estacións" logró sorprender por su originalidad y contemporaneidad, ya que los paisajes gallegos fueron los grandes protagonistas de la escenografía a través de grandes fotografías.
Esta adaptación, coordinada por el Centro Coreográfico Galego, buscaba evocar a través de la gestualidad corporal y la música distintos aspectos propios de cada una de las estaciones que recorre la genial composición del músico italiano. La escenografía, dirigida por el CCG, estaba compuesta por imágenes de entornos de Galicia en distintas épocas del año, tratando así de promover un mayor conocimiento por parte del público de la riqueza paisajística de la comunidad.
El espectáculo de danza estaba dirigido por Mercedes Suárez. La coreografía de primavera e invierno corrió a cargo del bailarín profesional y propietario de su propia compañía de danza, Iker Gómez. Y Kenneth Tindall, nominado a mejor coreógrafo clásico y artista emergente en los premios de la National Dance Awards Critics’ Circle, fue el responsable de la coreografía de las estaciones de verano y otoño. El elenco de bailarines estaba formado por Ailen Ramos, Inés Vieites, Elena Roses, Raquel Santa Cruz, Juan Miguel Hernández, Víctor Molina, Pastor R. Feal y Pablo Aradillas. Completaban el equipo Alberto Casas, como diseñador de luces, y Manuel Lemos, encargado de fotografía y vídeo. n
