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Cara y cruz para el puerto

El muelle de Areal, con un barco de gran porte atracado, y Guixar, con contenedores.
photo_camera El muelle de Areal, con un barco de gran porte atracado, y Guixar, con contenedores.

Sucesión de noticias en una semana en el puerto, dos buenas y dos malas: la subida en el ránking en carga de coches y el aval de la UE al muelle de Areal. Por el otro, el PIF y la pérdida de rango de la terminal de Bouzas

Lo resume el actual presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga: "No hay otra institución marítima que gaste tanto como Vigo y ninguna tiene tantos problemas como nosotros". Esta semana ha sido muy dura para el Puerto, con varios frentes abiertos, aunque también con buenas noticias. Una, que  la Asociación de Fabricantes de Automóviles ha colocado a Vigo como la segunda terminal de España que más coches ha movido, con algo más de 406.000 unidades en 2016, recuperando así el segundo puesto tras superar a Santander, aunque todavía por detrás de Barcelona. Dos, que la Unión Europa, a través de su Tribunal de Cuentas, ha validado plenamente la inversión realizada en la construcción del muelle de Areal, donde los fondos comunitarios alcanzaron 28 millones sobre un total de 48 millones de euros. Otros 15 millones comunitarios se fueron al silo de coches de Bouzas, donde el Puerto puso otros cinco, también validados, como los 750.000 euros para ampliar el puesto de inspección fronteriza (PIF), sobre dos millones.  Para Bruselas, a través de un informe muy duro con otras actuaciones (especialmente con los puertos exteriores de A Coruña y Ferrol), todo está justificado por el correcto uso de las instalaciones.
En cambio, en negativo, se acumulan los conflictos a los ya conocidos de la estiba y el tráfico de contenedores en caída al notarse ya la salida de Maersk hacia Marín: ya  sólo mueve los depósitos de mercancía perecedera, en especial pescado congelado.
Por un lado, la patronal de la automoción ha rebajado la categoría de la terminal de Bouzas  al carecer de una conexión ferroviaria para mover coches. El Puerto realizó un estudio y señaló la línea por Beiramar como la más viable, pero el Concello ya dijo "no".
La semana se completó con un aluvión de quejas por el funcionamiento del PIF, el puesto donde los inspectores de Sanidad y de Agricultura tienen que validar la salida de contenedores con alimentos. Un día fue un cargamento de naranjas de Sudáfrica que tuvo que ser desviado a Leixoes (Oporto), donde lo despacharon con celeridad pese a aplicarse las mismas normas. Otro se paralizó mercancía de Argentina por la tinta, lo que ha obligado al Puerto a pedir disculpas formales. Y a poner el asunto en manos de los ministerios. Mientras, los distintos usuarios advierten de que se trata de un asunto que se arrastra desde hace años por "exceso de celo y burocracia", en lo que coincide el presidente del Puerto. "Hay que resolverlo de una vez o perderemos los tráficos", advirtió. n

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