LORENA COSTAS CARIDE Premio Egeria de la Universidad de Vigo

“Hay canciones que dicen burradas sexistas y las cantamos sin saber lo que realmente significa”

Lorena Costas recibió este año uno de los premios Egeria de la Universidad de Vigo, que valoran la inclusión de la perspectiva de género. Es graduada en Educación Social y su trabajo de fin de grado examinaba la relación entre la música  y los comportamientos sexistas. Para ello analizó las canciones de los 40 Principales durante 2016.
 

¿Qué supone este premio?
Para mí supone un gran refuerzo positivo al trabajo y esfuerzo realizados y una motivación añadida para seguir formándome y continuar con la línea de investigación elegida. Aunque soy consciente de que siempre hay cosas que se pueden mejorar, me siento orgullosa del resultado.

¿Por qué escogió ese tema?
Siempre me ha gustado mucho la música y he sido muy crítica y consciente del contenido sexista y patriarcal que rodea muchas de las expresiones musicales, especialmente al llegar a la Universidad y ahondar en el tema del feminismo y la igualdad de género. Escogí este tema porque es una idea, que directa o indirectamente, lleva años en mi cabeza y me gustó convertirla en una investigación. 

¿Qué tipo de clichés encontró? ¿Están muy extendidos los comportamientos sexistas?
Hay muchos de diferentes tipos. Por ejemplo, aparece el romanticismo basado en la idea del amor heterosexual como sentido único de la vida. También se advierte la idea de la mujer como un objeto o bien a poseer por el hombre, sujeto sexual activo. Lo cierto es que existen numerosos clichés sexistas y heteronormativos asociados a la música, los cuales se traducen en comportamientos sociales, ya que por ejemplo, la necesidad de amor romántico estereotipado es real. Muchas personas buscan ese ideal y lo que representa, convirtiéndolo en el eje principal y sentido último de la vida. 

¿Hay letras que le hayan escandalizado más?¿Puede citar algún ejemplo?

Oh sí, chica trabaja para mí/Puedes aplaudir sin manos para mí/ Llévalo al suelo y recógelo para mí/Mira hacia atrás, todo para mí/(Work from home). Este párrafo está cantado por un hombre, el cual, habla del acto heterosexual, dando una serie de órdenes o directrices a la mujer, quien se presenta como un agente pasivo de la acción sexual. También podemos advertir la referencia directa a la morfología biológica de los órganos sexuales femeninos y la función exclusiva de los mismo para el placer y beneplácito sexual del hombre. Otro caso: Solo en tu boca/Yo quiero acabar/Todos esos besos/Que te quiero dar. (Duele el corazón). Esta canción ha sido muy conocida y cantada en los últimos años, sin embargo, no nos damos cuenta de que la letra retrata una felación “Solo en tu boca yo quiero acabar”. Es tremendo cantar estas canciones sin saber lo que realmente quieren decir, normalizando su mensaje.

¿Qué efectos tiene entre los que escuchan esas letras?
Yo creo que los efectos negativos más importantes de este tipo de música sexista son la influencia en el comportamiento social global y especialmente, la normalización de los mismos. 

¿Es una suerte que algunas letras sean en inglés y muchos no se molesten en traducirlas?
La música es un tipo de ocio, algo que utilizamos (en muchos casos) para no pensar o evadirnos. Es una forma de diversión, por lo que no nos molestamos en escucharlas realmente, especialmente cuando están en otro idioma. Hay canciones que dicen auténticas burradas y las cantamos en inglés sin saberlo, sin molestarnos en buscar la letra. De esta forma, popularizamos muchas de las canciones actuales con mensajes sexistas.  

¿Qué  podemos hacer?
La solución a esta situación, en mi opinión, es compleja. La música es una forma de ocio,  por lo que no solemos pararnos a escucharla realmente. Lo ideal sería educar desde la igualdad a través de la teoría Queer, fomentando en todo momento la actitud y reflexión críticas del alumnado. Yo defiendo y considero imprescindible la figura del educador/a social en los centros educativos, con el objetivo de trabajar y dar respuesta a estas necesidades. Una línea de acción que desarrollaría desde este momento, sería la realización de talleres en colegios e institutos, dirigidos hacia alumnos y alumnas de entre 12 y 18 años (la franja de edad puede variar según las necesidades), mostrándoles la realidad musical que les rodea. 

¿Qué proyectos tiene para su futuro profesional?
Actualmente estoy trabajando en el ámbito de la tercera edad. Me gustaría seguir trabajando y realizarme laboralmente como educadora social. Sin embargo, no descarto seguir investigando dentro de esta misma línea de estudio de la música y género. Disfrute mucho con mi trabajo de fin de grado y me encanta investigar y seguir formándome, planteándome la posibilidad del doctorado.
 

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