El discurso del alcalde vigués estuvo repleto de alusiones a los conflictos con la Xunta , desde el Área Metropolitana hasta la sede social de Afundación pasando por el hospital, el aeropuerto o el tax lease.
Aunque no mencionó expresamente ni a la Xunta ni al presidente gallego, Abel Caballero lanzó varios mensajes claros contra lo que cree, y así lo ha dicho en muchas ocasiones, una campaña de ninguneo contra la ciudad. “Vigo se siente Galicia, tanto como la que más. Vigo es la Galicia de la modernidad y quiere superar aquellas épocas en las que solo importaban otros territorios”, señaló.
“Cuando no nos entienden, la ciudad se fabrica su propio oxígeno. Por eso, con más frecuencia de la que nos gustaría, Vigo se fabrica su propia vivencia”, relató.