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Caballero dice que no hará una ilegalidad en la zona azul

Los siete trabajadores de la zona azul que han empezado una huelga de hambre.
photo_camera Los siete trabajadores de la zona azul que han empezado una huelga de hambre.

Siete trabajadores de la concesionaria cumplieron su primer día en huelga de hambre tras 81 parados por el despido de ocho compañeros

 El alcalde de Vigo, Abel Caballero, advirtió ayer a los trabajadores del servicio de estacionamiento regulado o zona azul, que llevan 81 días en huelga por el despido de 8 empleados, que el Concello "no va a cometer ninguna ilegalidad", en alusión al expediente sancionador abierto a la concesionaria por esos despidos.
En declaraciones a los medios, el regidor subrayó que "lo que el PP y Marea le dicen a los trabajadores es una ilegalidad", en alusión a intervenir la empresa mientras se resuelve el expediente sancionador, un expediente iniciado hace semanas y que puede cerrarse con la rescisión del contrato a Dornier. "Nosotros somos gente seria, la propuesta que hacen PP y Marea es ilegal, y ningún funcionario la avala, y además, beneficiará a la empresa, porque recurrirá y ganará", aseveró Caballero.

huelga de hambre
Mientras, la plantilla de la zona azul mantiene el paro iniciado hace 81 días y ayer martes 7 de los trabajadores comenzaron una huelga de hambre para exigir la resolución del expediente y la rescisión del contrato a la empresa, que se hizo con el servicio en concurso público ofertando un precio un 30 por ciento inferior al contemplado en el pliego. 

Muñoz cree que el alcalde "no tiene humanidad"

La portavoz del PP de Vigo, Elena Muñoz, dijo sentir "vergüenza" por tener de alcalde a una persona "sin sentimientos ni humanidad", que "parece tener el corazón de piedra" por no recibir a los trabajadores de la zona azul, algunos de los cuales han iniciado una huelga de hambre.
Tras visitar a los trabajadores de la concesionaria Dornier, Muñoz hizo hincapié en que "es impropio de un alcalde" que estos hayan tenido que pasar 80 días en huelga, en los que no ha hecho otra cosa que "darles largas" y "mentirles a la cara", y no ha sido capaz de recibirlos en su despacho y "mirarles a los ojos".
Muñoz lamentó que los empleados hayan que tenido que llegar a este extremo "para que se les escuche y se tomen medidas", porque su situación, dijo, es "desesperada". 

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