vigo

Caballero convoca un concurso para dar nombre al ‘dinosetito’

Caballero, ayer, al descubrir a Dinosetito, en la Porta do Sol.
photo_camera Caballero, ayer, al descubrir a Dinosetito, en la Porta do Sol.

El huevo de la Porta do Sol ya eclosionó. La cría fue presentada ayer en sociedad por el alcalde que anunció nuevos ‘especímenes’

 “Dinosetito” o “dinosetita” (aún no tiene determinado el género) ya llegó a este mundo. En la jardinera de la Porta do Sol, junto al clásico dinoseto, supuesta madre de la criatura, fue descubierto ayer por el alcalde Abel Caballero, en medio de una gran expectación y con un inusual despliegue de medios de comunicación.
Hubo que esperar un año para que el huevo, colocado estratégicamente bajo el seto, eclosionase. Muchos pensaban que ya se había echado a perder, ya que se desconocía el periodo de incubación de esta especie. Embargado por la emoción, Caballero cayó en la cuenta de que se necesitaba un nombre para el recién nacido. “Si se lo pongo yo, me puedo equivocar”, admitió, por lo que hizo un llamamiento a la ciudadanía: “Pensad cómo se podría llamar y enviarlo a los medios de comunicación o a la web del Concello (www.vigo.org), para lo que instalaremos una pestaña especial”.
El regidor resaltó la importancia del dinoseto que en poco tiempo “se convirtió en el ‘monumento’ más fotografiado de la ciudad”, indicó, afirmando que Vigo está inmersa en ‘Dinoselandia’.
El fenómeno jurásico en versión vegetal llegó a Vigo de forma casi accidental. En mayo de 2015, en plena campaña electoral para las municipales, el ahora popular dinoseto de la Porta do Sol, apareció por primera vez en una rotonda de Rosalía de Castro. Generó tal alarma en las redes sociales, que a las pocas horas desaparecía. La explicación oficial es que había sido un error, que su destino final era un parque temático en Navia. Con Caballero reelegido alcalde y el dinoseto convertido en un mito, reapareció el 19 de junio en la Porta do Sol, “donde iba a veranear”, según el regidor, después de estar retirado en Cabral. Ya entonces se anunció que tendría descendencia y que otros como él o ella invadirían la ciudad. Su ubicación ayudó a que los turistas y lugareños quisieran hacerse un ‘selfie’ con el espécimen. Tanto fue el fervor casi religioso de la gente, que los jardineros municipales tuvieron que adecuar una pasarela de madera, tipo photocall, para facilitar las fotografías, sin dañar el arbusto. 
Se colocó un segundo en Navia, aunque sin tanta repercusión. Habrá dos más en el Conservatorio y en Beade. Los dinosetos corren a cargo de Aqualia, como una de las compensaciones por la concesión.

Te puede interesar