Los militares contarán con un sistema aéreo piloto por control remoto para controlar los montes durante los meses de verano
El operativo "Centinela Gallego" ya está en marcha. Un total de 27 patrullas del ejército -unos 7.000 efectivos- colaboran con el dispositivo desplegado por la Xunta para prevenir los incendios forestales y luchar contra el fuego. Un contingente al que también se unieron recientemente los batallones de caballería de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Estas unidades están formadas por militares de diferentes unidades de la Brilat de Pontevedra y del Tercio Norte de Infantería de Marina de la Armada en Ferrol y, además, cuentan con el refuerzo de un sistema aéreo piloto por control remoto, que tendrá como misión la vigilancia y la disuasión hacia posibles incendiarios. "Para nosotros es una oportunidad única de participar en una misión de apoyo directo a la población", explicó ayer el general jefe de la Brilat, Antonio Romero, en la presentación de esta operación, en la que estuvo acompañado del vicepresidente gallego, Alfonso Rueda; y de la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez.
El ejército también tendrá dos helicópteros para ser empleados cuando sea necesario, en el caso de que suba el nivel de alerta por incendios, que conllevaría aumentar hasta un máximo de 75 las patrullas a disposición de este operativo.
Romero indicó que los soldados participan "muy motivados en esta misión porque ven de forma muy directa la utilidad del trabajo que se hace". Además dijo que este tipo de operativos supone "aumentar nuestras raíces con Galicia", de donde procede la mayoría de los integrantes de esta brigada militar.
"Sienten el terreno como suyo, sienten los incendios, les afecta igual que a cualquier ciudadano gallego e intentamos, en la medida en que podemos, aportar nuestro granito de arena para que Galicia no sufra esa lacra", aseguró Romero Losada. Indicó además que la tarea de estos militares será vigilar los montes, facilitar información a los servicios de extinción y notificar cualquier sospecha de actividad incendiaria.