VIGO

Un brasero en mal estado mata a una pareja dentro de su vivienda

La pareja fallecida vivía en la vivienda unifamiliar de alquiler desde hace un año y nadie había escuchado ni visto nada que despertara sospechas de lo que sucedía.
photo_camera La pareja fallecida vivía en la vivienda unifamiliar de alquiler desde hace un año y nadie había escuchado ni visto nada que despertara sospechas de lo que sucedía.

Los fallecidos fueron localizados en la habitación por un amigo que iba a pasar con ellos el fin de semana

Una pareja fue hallada muerta en la tarde de ayer en su vivienda en la travesía dos Rosais, entre la calle Aragón y Travesía de Vigo.  El hombre, Adolfo Nogueira, de unos 40 años,era natural de Mos, mientras que la mujer, Raquel, bastante más joven que él,  era del Paraguay. Las primeras investigaciones llevadas a cabo por la  Policía Nacional, encargada del caso, baraja la hipótesis de que hayan sufrido una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono procedente de un brasero de carbón vegetal que había en la habitación en la que fueron encontrados.
 Las causas finales de la muerte de ambos serán determinadas por la autopsia que será realizada a los cuerpos en el hospital Nicolás Peña.
La pareja, que vivía de alquiler en esta vivienda unifamiliar, desde hacia un año había instalado un brasero de carbón vegetal, según explicó un amigo de los fallecidos. Esta persona, que tenía llaves de la casa y que fue el encargado de avisar a los servicios de emergencia, no sabía nada del hombre desde el pasado miércoles. 
Ayer, como era habitual todos los fines de semana, este amigo fue a la vivienda de la pareja para pasar allí el día y encontrase con ellos y charlar. Al llamar a la puerta del cuarto de la pareja nadie respondió. Al abrir le llegó el olor del monóxido de carbono y vio a los dos tendidos. Todavía no se conoce la hora en la que se produjo el óbito, y este amigo cree que pudo ser de noche ya que la última vez que Adolfo entró en el Whatsapp fue a las siete de la tarde del pasado viernes.
 Las investigaciones policiales llevadas a cabo por la Policía Científica que se trasladó inmediatamente a la vivienda no encontraron signos de violencia, apuntando todo a que la muerte se puede deber a un problema en la combustión del brasero.
En el barrio los vecinos seguían discretamente los acontecimientos desde sus ventanas. En la calle, uy angosta y sin salida, apenas cabían los agentes y los familiares de una de las víctimas, que se habían trasladado hasta la vivienda después de ser avisado de la tragedia.     Desde los patios de la mayoría de las casas, todas ellas de una planta y cerradas a cal y canto ante la llegada de los medios de comunicación, llegaban los ladridos de los perros. Uno de ellos era el de los fallecidos, que el amigo de ambos intentaba calmar sin mucho éxitopara llevarle con él. n

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