Usuarios de la línea marítima Vigo-Moaña se mostraron sorprendidos por la implantación de un barco minúsculo, con capacidad para 18 personas, para hacer el servicio durante el mes de agosto.
Según indicó la naviera Nabia, se trata de una medida de emergencia y "por necesidades logísticas", pero los viajeros creen que la razón es otra: que los barcos de mayor tamaño están adscritos ahora a la conexión con Cíes, que se realiza desde distintos puertos. La prueba sería que hasta las nueve de la mañana, cuando no hay travesías hasta las islas, el servicio se realiza con una embarcación mayor. El problema añadido para los usuarios es que la falta de espacio obliga a la naviera a realizar viajes continuos de un lado a otro, y a menudo se ven obligados a esperar turno. Así le pasó a Julia Romero, que tuvo que quedarse en tierra por falta de espacio "y tampoco podía coger el autobús, porque salía a la misma hora. La naviera no nos da otra explicación que esperar a que vuelva el servicio a la normalidad, pero hemos pagado un abono", señalaba ayer. n
