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La baja calidad del agua vuelve a enfrentar al Concello y a la Xunta

La venta de agua embotellada se ha disparado, pese a que la del grifo es potable.
photo_camera La venta de agua embotellada se ha disparado, pese a que la del grifo es potable.

Los análisis diarios en las acometidas confirman que es potable, pero con parámetros al límite de lo permitido, por lo que la lluvia que se espera puede modificar los resultados

El agua de Vigo es potable, aunque de baja calidad. Así lo determinan los últimos análisis llevados a cabo tanto por la Xunta como por el Concello, ambos en calidad de Autoridad Sanitaria competente. Sin embargo, se trata de un ‘status quo’ sensible y es el último frente abierto entre ambas administraciones. Las lluvias de los últimos días contribuyeron a mejorar la situación de los embalses, aunque Eiras sigue en niveles muy bajos de su capacidad, por lo que los lodos del fondo tienen mayor presencia en el agua de abastecimiento. Según explicó Natalia Botana, jefa territorial de servicio de Control de Riscos Ambientais de la Xunta ante los medios, “esto requiere un trabajo adicional a la planta potabilizadora, que por problemas estructurales no está respondiendo con el eficiencia que debiera”. Así justifican los parámetros elevados en hierro, turbidez y color, muy cerca de los máximos permitidos.


Desde el Concello confirmaron a través de un comunicado que el agua es potable al cien por cien en toda la ciudad y que “está mejorando” con respecto al día anterior. Sin reconocer la falta de efectividad de la potabilizadora, señalan a Feijóo como máximo responsable de la situación que sufre Vigo. Le achacan primero no haber aceptado la solución definitiva al abastecimiento vigués con el trasvase propuesto en 2011 (una medida aprobado hace unos días) y segundo, haber tardado en aprobar el caudal ecológico: “El agua de Vigo, tan importante y necesaria, está en el mar”, puntualizan fuentes municipales. 


Para el gobierno local, el presidente de la Xunta “está haciendo política partidaria de la más baja calaña con este tema, en función de sus intereses personales”, puntualizan.


Por su parte y en nombre de la transparencia informativa, la delegación territorial de la Xunta de Galicia hizo ayer una convocatoria extraordinaria para comunicar que todo seguía sin cambios. Tras comprobar que los niveles de hierro habían bajado en el depósito de Canido, recibieron resultados favorables en Moaña, Redondela y Soutomaior, los otros tres puntos donde se habían detectado anomalías. 


“El agua es responsabilidad del Concello, desde Sanidade vigilamos que se cumplen las condiciones de potabilidad”, aseguró Ángeles Feijóo, jefa territorial de Sanidade, quien añadió que dada “la excepcionalidad de la situación”  hay un equipo de cinco técnicos, tres en Vigo y dos en Pontevedra sur, activos durante el fin de semana, tomando pruebas diarias.

Alarma social
En los supermercados la venta de agua embotellada se ha incrementado en los últimos días, pese a que la del grifo es potable. Desde Sanidade insisten en que no estamos en una alerta sanitaria, ya que los parámetros a los que afecta son indicativos y que no suponen un peligro para la salud: “Son valores consensuados después de haber hecho una evaluación de riesgo; se estipulan con un margen de seguridad y tolerancia amplio, aplicable a periodos muy prolongado”, aclaró Natalia Botana.

Resumen semanal

El agua, el tema estrella

Lunes
Eiras tiene agua para 70 días, la Xunta aprueba el caudal ecológico y Caballero reconoce turbidez.
Martes
Feijóo acusa a Caballero de ocultar que la potabilizadora está obsoleta y solo da  25 días de agua potable.
Miércoles
El BNG dice que denunciará a la Xunta en la UE por el trasvase
Jueves
Feijóo acusa al Caballero  de jugar con la salud y éste, del bajo caudal
Viernes
El agua de Canido da no apta, pero los segundos análisis lo rectifican.

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