La asamblea aprobó las cuentas pero dejó el presupuesto para las elecciones

 La última asamblea de la directiva saliente -quizá la que ha tenido que lidiar con el peor momento de la sociedad- se celebró en un ambiente más distendido, lo que permitió la aprobación de las cuentas y dejar para el próximo presidente el presupuesto: consideraron que  no tenía ninguna lógica avalar unas cuentas que cambiarán con seguridad con la entrada de cinco millones de la venta del edificio al Celta. El resultado económico, después de amortizaciones, dejó un déficit de 178.000 euros que se añadirá a la deuda, en vías de liquidarse. En definitiva, punto final, a la espera de las elecciones de la semana que viene: "Tendremos reuniones de despedida y ya daremos paso a los nuevos gestores, así que como acto, éste -el de ayer-  ha sido el último de presidente del Mercantil", señalaba Ignacio Amoedo, feliz de recibir un aplauso al levantar una rápida sesión de menos de una hora. ¿Y a partir de ahora? "Estoy convencido de que se abre una nueva era para el Mercantil, donde los socios tendrán que decidir inversiones, tanto para arriba, para la Ciudad Deportiva, como para abajo, para la nueva sede central. Creo que perdimos cinco meses, pero al final todo ha ido bien, y se ha  demostrado que teníamos razón", señala Amoedo, que mañana mismo comenzará a hablar de traslado con el director del Celta, Antonio. Chaves. n