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Los armadores creen viable formar y enrolar a inmigrantes para la pesca

Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, con su directiva.
photo_camera Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, con su directiva.

Señalan que es acuciante la falta de trabajadores dispuestos a embarcarse para faenar en palangre y larga distancia.  Caballero trasladó a la FEMP  la propuesta de Touza: muchos inmigrantes proceden de zonas costeras y podrían lograr así un trabajo.

El presiente de los armadores de Vigo (ARVI), Javier Touza, reconoció que se encuentran con un grave problema por la falta absoluta de marineros dispuestos a embarcarse en sus buques de pesca que faenan en larga distancia y palangre y que en cambio buena parte de los inmigrantes que llegan a España proceden de zonas costeras. De ahí la propuesta, lanzada por Touza y su directiva al Gobierno y recogida por la FEMP, de que se puedan agilizar los permisos para que las personas que así lo deseen puedan trabajar en el mar. Según explicó Javier Touza, la escasez de medios es alarmante, en especial en la marinería, en tanto que entre los mandos todavía se encuentra personal. “Hemos constatado que muchos de los inmigrantes, tanto los legales como los que han llegado ahora en el “Aquarius”, proceden de zonas costeras y tienen cierta experiencia en la pesca artesanal y de litoral, en especial los que llegan desde Senagal, Ghana o Marruecos, que son la mayoría. Creemos que podría ser una buena idea y una forma de ganarse la vida con la que todas las partes saldrían beneficiadas”, señaló. Según los armadores, su propuesta exige que la Administración permita que se pueda implementar dicha propuesta, ya que ahora es necesario tener permiso laboral en regla y para ello se exige residencia. “Hay muchos jóvenes que podrían perfectamente embarcarse, estamos seguros”. Además del visto bueno institucional, será necesario que los marineros reciban un curso de formación a bordo tanto en la vida en un barco como en seguridad, como estipulan las normas europeas. “Les daríamos formación y empleo, lo único que necesitamos es apoyo y que los inmigrantes tengan ganas de trabajar”, añadió Javier Touza. La realidad es que el oficio de marinero embarcado en los grandes buques de palangre y de larga distancias, que pescan en la costa de África o en otros puntos del mundo, ha dejado de tener interés para los gallegos. Touza señala que la actividad pesquera permitiría una rápida integración de los inmigrantes y solucionar un problema a los armadores. "Esperamos que la propuesta pueda salir adelante y se cumpla", indicó.


El día anterior, Abel Caballero, como presidente de la FEMP, comunicó en Madrid que los armadores le habían trasladado esa posibilidad, precisamente para faenar en las aguas de sus países de origen”.


Compartió la idea aportada por los armadores, que incluirían cursos de formación para incorporar a sus flotas a tripulantes procedentes de países  africanos. 


Este sería el último paso de un proceso que busca la máxima implicación de todas las administraciones.

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