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Ariazna, un regalo de Navidad

María, que prefiere mantener su rostro en el anonimato, muestra la ecografía para su novio.
photo_camera María, que prefiere mantener su rostro en el anonimato, muestra la ecografía para su novio.

Una joven de 20 años muestra la ecografía de su hija, que nacerá el 25 de diciembre, para que el padre, preso, pueda verla desde A Lama. Ayer, intentó enseñársela a su pareja, que fue juzgada en Vigo, pero no se lo permitieron

Era el regalo de Navidad que María, un joven de nacionalidad peruana y vecina de Vigo de 20 años, quería entregar ayer a su pareja en los juzgados. La última ecografía de su hija, Ariazna, que nacerá el próximo 25 de diciembre. 
El padre, Miguel, con tan sólo 19 años, cumple una condena por robo en la cárcel de A Lama, y ayer fue condenado a una multa de poco más de 1.000 euros por un quebrantamiento de condena. Entró en prisión poco después de que su novia se quedara embarazada y todavía tiene pendientes varias causas, una de ellas por integración en una presunta banda criminal de pandilleros en la que está como investigado.
“Quería que viera la ecografía, pero no me han dejado entregársela, era su regalo de Navidad”, explicaba María quien reconocía lo “difícil que han sido estos ocho meses de embarazos sin el padre a mi lado”. A Miguel todavía le quedan años en prisión, pero ella confía en que “como es la primera vez, y  quiere comenzar de nuevo, pueda salir antes”.  Sin apenas ayuda, reconocía que “se metió en líos para sacarnos adelante, porque sus padres son consumidores y mi familia a consecuencia de mi embarazo  dejó de apoyarme, ahora cuento con la ayuda de mi tía”.
La llegada del bebé ha supuesto  un aliciente “para intentar luchar por una vida mejor, por hacer las cosas bien, voy a salir adelante”, comentaba la joven. Ella aseguraba que “Miguel tiene en su hija algo por lo que luchar, aunque ahora está más decaído porque llega el momento del parto y no puede estar conmigo”.
La joven relataba cómo “voy a visitarle con frecuencia, pero la ecografía es la última me la acaban de dar y quería dársela como regalo, no ha podido ser pero espero que la vea en el periódico desde A Lama”.
Ayer, Miguel fue trasladado desde prisión a los juzgados de Vigo para responder por un delito de quebrantamiento de condena. Debía estar localizable en su vivienda  el año pasado, tras cumplir una pena por un delito leve, pero la Policía Local no lo encontró. “Estaba, pero la casa es muy grande y no se escuchó”, comentó María. Aún así, el joven aceptó los hechos y se conformó con una rebaja en la condena, de multa.n

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