Estafó 2.500 euros a una viguesa con el engaño del premio de la ONCE
Un estafador reincidente, especializado en el timo del ‘tocomocho’, reconoció ayer haber participado de gancho en un engaño a una viguesa para conseguir 2.500 euros y aceptó una condena de un año de cárcel.
El acusado F.M.A., junto a una mujer, lograron estafar a la víctima, de 60 años, con el truco de los cupones premiados de la ONCE. Los hechos tuvieron lugar en marzo de 2015, cuando los dos timadores entablaron conversación con la mujer que se encontraba en su finca. En un momento determinado la estafadora le preguntó por un lugar en el que comprobar si unos cupones que llevaba estaban premiados. Su compinche entonces, que actuaba como si no conociera a la anterior, aparentó hacer una llamada de teléfono para comprobar los premios diciéndole que estaban premiados con 60.000 euros cada uno, es decir 600.000 en total.
La pantomima continuó con la petición de la supuesta premiada a los otros dos para que le acompañaran a hacer el cobro a cambio de darles un cupón a cada uno puesto que tenía diez.
Los tres se montaron en el vehículo del acusado y durante el camino, la timadora les pidió dinero a cada uno como prueba de que no trataban de aprovecharse de ella.
El ahora condenado afirmó ser un trabajador que sólo podía darle 6.000 euros e hizo como que bajaba a un cajero para entrar en el coche con un sobre que aparentaba contener dicha cantidad. Después pararon en otra sucursal para que la víctima hiciera lo mismo, pero la mujer sólo pudo sacar de su cuenta 2.500 euros que era lo que tenía.
Los tres continuaron su trayecto hasta que la timadora pidió a la víctima que le fuera a comprar una botella de agua, momento que aprovecharon para huir con el dinero.
La pareja no llegó junta a juicio al haber estado uno a la fuga. El fiscal pedía inicialmente hasta tres años de prisión pero un acuerdo de conformidad rebajó la condena a un año de cárcel, con la atenuante de dilaciones indebidas y la agravante de reincidencia.
El juzgado acordó la suspensión de la ejecución de la pena a condición de que F.M.A. pague los 2.500 euros a la víctima en un plazo de diez meses y no vuelva a delinquir durante tres años.
