Caballero aseguró ayer que los cinco años perdidos en la tramitación “son irreversibles”, insistió en que no avanzó nada y responsabilizó a Feijóo de los retrasos
Abel Caballero retomó ayer el discurso sobre la alta velocidad y calificó de “prioridad” la llegada del AVE a Vigo, es decir, la construcción del tramo directo hasta Ourense por Cerdedo, un proyecto valorado en unos 2.000 millones para un tramo de 52 kilómetros pendiente de evaluación ambiental en tres de sus kilómetros. Su construcción permitiría ir desde Vigo a Ourense en 30 minutos, frente a los 70 por Santiago.
El alcalde no se dirigió al nuevo Gobierno, sino que de nuevo acusó al presidente de la Xunta de ser un “caradura política” por pedir explicaciones sobre la Alta Velocidad al nuevo Gobierno, que lleva tres semanas en el poder, cuando “es el responsable de que esté completamente paralizado desde 2015”. Ayer, tras la inauguración del Sea Fest. invitó a los periodistas a que le preguntasen por ello cuando el presidente visite Vigo: “A mí las elecciones del Partido Popular no me importan nada”, apuntó en referencia a las últimas declaraciones de Feijóo realizadas en Vigo.
Ese mismo día, Feijóo también manifestó que teme que los plazos del AVE a Galicia y otros compromisos asumidos por el Gobierno con la comunidad “se desdibujen” frente a los “nuevos” que, según consideró, “asume ahora” Pedro Sánchez con independentistas catalanes, nacionalistas vascos y Podemos.
Caballero le respondió afirmando que “desde enero de 2015 Fomento no ha avanzado nada” en este tema, y, pese a que “estaba la tramitación hecha, se pidió un informe que está metido en un cajón”. Indignado, insistió que “no se movió un papel”. Para Caballero, alguien tiene que responder “porque el daño es irreversible, ya se perdieron cinco años”. En relación con la llegada del a Vigo del tren de Alta Velocidad, también responsabilizó del retraso a la presidenta del Congreso de los Diputados y exministra de Fomento, Ana Pastor, a la que volvió a exigir que "tiene que dejar su alta de diputada" por la provincia de Pontevedra “por el daño irreversible que causó a esta ciudad y a Pontevedra, dejándolas sin AVE”. Un portavoz de la presidenta del Congreso ya indicó a este diario que se trataba de "una mentira absoluta".
