Hace 364 días Iván Fernández Solar vivió una de las experiencias más importantes e inolvidables de su vida: integrar uno de los equipos de emergencias que acudieron al accidente del Alvia en Angrois.
En la actualidad, este ingeniero vigués que trabaja como perito de siniestros cree que los más importante fue "la marea de solidaridad que se vivió en toda Galicia con las víctimas".
Un año después del accidente, ¿qué supuso Angrois?
Siempre ante siniestros de esta gravedad hay un antes y un después. Nadie está preparado para este tipo de sucesos, aunque uno se forme y se prepare, siempre la realidad supera todo.
¿Cómo recuerda aquel día?
Me llamaron para relevar al personal que actuó en la madrugada del 25 ya que la mayoría llevaban 12 horas trabajando sin descanso. Hubo momentos que me llamó mucho la atención, como cuando iba a coger el coche para ir hasta Santiago e iba caminando por la calle en Vigo, con el uniforme, y la gente me paraba y me pedía que le dijera qué podían hacer para ayudar.
¿Cómo se vivieron aquellos días?
Cuando llegué a Santiago, al edificio empresarial "Cersia", me encontré que era el punto de reunión para todo. Allí se encontraban tanto familiares como los equipos de emergencia y la prensa. Estaba todo muy bien coordinado. Intentábamos arropar a los familiares en todo lo que necesitasen. Los momentos de mayor tensión era cuando se informaba de la identificación de algún herido; todos se aferraban a que fuera su familiar. Nadie está preparado para perder a un ser querido.
¿Hubo alguna historia que le marcara de forma especial?
Todas era impactantes. Lo peor eran las familias que habían perdido a varios miembros en el accidente, ya no sabías qué podías decir para ayudarles. Te quedabas a su lado para que cuando necesitasen un abrazo transmitiera calor. Era muy triste.
¿Siguen la evolución de las personas que atendieron?
Los protocolos de actuación y la normativa de los equipos de emergencia nos impiden hacer un seguimiento de las personas con las que hemos estado. Para hacer el seguimiento hay psicólogos que no estuvieron en el lugar del accidente, los cuales atenderán a esos familiares o heridos que lo necesiten. En aquel momento se les facilitaron los teléfonos de contacto para que les puedan ayudar en cualquier punto del territorio nacional.
¿Cuál es la mayor satisfacción que se saca de participar en un operativo de este tipo?
La satisfacción es haber podido formar parte en el operativo especial de emergencia, ayudando y colaborando en lo necesario.
Los equipos de emergencias ¿necesitan apoyo psicológico?
Desde el accidente de Spanair se dieron cuenta de que el personal de emergencias también sufre de alguna manera las consecuencias de la tragedia. En las reuniones del operativo se organizan grupos de apoyo con todos con psicólogos que no intervinieron, para evaluar el estado de los miembros del equipo.
¿Está preparada la sociedad para tragedias como esta?
Nadie está preparado para situaciones de ésta índole. Lo que sí es cierto es que ante situaciones como esta la sociedad siempre sorprende y la solidaridad es la tónica general. Se formó una marea solidaria con gente anónima queriendo colaborar.
¿Y Galicia, está preparada para afrontar catástrofes?
En Galicia los simulacros son insuficientes y se detecta falta de coordinación y de material. n
